Luego de que se superaron en el país los días de mítines violentos provocados por elementos -nacionales y extranjeros- que se infiltraron en la movilización indígena en rechazo al Decreto 883 que eliminaba el subsidio a los combustibles, el país ha retornado a la tranquilidad que sirve, por supuesto, para laborar en favor del progreso y también, de alguna manera, para recuperar las cuantiosas pérdidas sufridas por la inacción en que se nos sumió por el estallido de una acción vandálica que, con seguridad, fue manipulada con fines políticos.

Por esta razón se está llevando a cabo toda una campaña para invitar a los compatriotas a unirse a la noble causa de la paz, para que no vuelvan a repetirse los bochornosos, destructivos y antipatrióticos actos de vandalismo que dejaron, a más de una destrucción todavía invaluable, el lamentable saldo de varios muertos y heridos.

Esta proclama que nos convoca a todos se hace sentir y se la repite en actos sociales, culturales, cívicos, deportivos, etc., para crear una conciencia positiva en favor de la democracia, la libertad y la seguridad.

Sumémonos, pues, a la invitación para restablecer la confianza, y que el optimismo nos lleve adelante.