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Opinión

Editorial: Urgente purga hospitalaria

Que de una vez por todas se haga una purga tanto en el Teodoro Maldonado como en el Andrade Marín

Estaba demorado. A los hospitales del IESS hay que revisarle hasta la última hilacha de los algodones. El anuncio de la Asamblea Nacional de fiscalizar dos importantes casas de salud de Quito y Guayaquil era un clamor desesperado de afiliados, luego de años de denuncias de desabastecimiento de medicinas, infraestructura en mal estado y otras ‘perlitas’ más, de las que están agarradas las mafias.

¿Y qué es lo mínimo que espera el ecuatoriano? Que de una vez por todas se haga una purga tanto en el Teodoro Maldonado como en el Andrade Marín, y que ambos hospitales cumplan con ofrecer un servicio de calidad para sus afiliados, que por derecho lo merecen, y no seguir mendigando atención médica, fármacos y hasta hilos para suturar heridas.

Se deben fortalecer los controles internos, realizar auditorías exhaustivas y garantizar la transparencia en el manejo de recursos. Los afiliados del IESS merecen más que promesas; necesitan un servicio médico digno, que no se limite a la respuesta de urgencia, sino que sea efectivo, oportuno y sin condiciones humillantes.

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