Luego de 13 días de la desaparición de cuatro menores de edad en Guayaquil, aparentemente en manos de personal militar, el Bloque de Seguridad conformado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas del Ecuador, se pronunció luego de la presión de los ciudadanos por respuestas.

El caso se hizo tendencia en redes sociales y lo que se esperaba era que alguna autoridad dijera algo coherente y empático con el dolor de los padres de los niños. Sin embargo, Gian Carlo Lofredo, ministro de Defensa, dijo que esta situación se ha utilizado con intereses políticos y que se ha creado una narrativa que vincula a las Fuerzas Armadas con grupos delincuenciales para generar caos y desacreditar a la institución.

En lugar de explicaciones o avances de las investigaciones, las familias recibieron culpabilizaciones. El sufrimiento de estos padres no necesita narrativas adicionales.

Declaraciones ambiguas, puesto que al mismo tiempo que ofrecen no descansar hasta hallar a los culpables y que se creará un Tribunal de Disciplina Militar, descartan “cualquier participación de la fuerza pública en hechos posteriores a la referida intervención y que sería causa de la desaparición”, como lo dijo Jaime Vela, Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

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