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Gastronomía
¡Los papás de la sazón!
Las historias de los fundadores de dos huecas de Guayaquil, cuyos hijos mantienen la tradición gastronómica viva
La sazón que se hereda, no se hurta. Hace ya 47 años, Ángel Apolo Armijos fundó su propio restaurante, Ciro's, en la confluencia de las calles Escobedo y Víctor Manuel Rendón, centro de Guayaquil.
Hoy, el negocio de don Ángel, cuya especialidad es el caldo de salchicha, tiene dos locales más: uno entre 9 de Octubre y Córdova y otro entre Luque y Chimborazo. Él contó a EXTRA que han sido años de sacrificio y trabajo arduo, ya que la preparación de este platillo no es nada sencilla.
Es que primero hay que ir al camal a comprar las vísceras de la res, tomarse un tiempo para escoger el material, y luego irse a la casa a cocinar. "Uno madruga a las 02:00 para que a las 06:00 ya esté todo listo", reveló el hombre, hoy con 71 años de edad.
Ángel tenía, hasta el 2017, a uno de sus hijos a cargo del negocio. Sin embargo, este tuvo que migrar a los Estados Unidos. Fue entonces cuando Briggite Apolo, la menor de sus descendientes, asumió la administración del restaurante de su papá.
"Yo estaba sin trabajar y vine a ayudarlo. El negocio estaba sumamente bajo, nuestro pensamiento, incluso, era el de cerrar. Comencé a googlear a (la feria gastronómica) Raíces y le dije: Papá el local está muy antiguo. Había quedarle un toque más juvenil", recordó Briggite, de 27 años.
Fue entonces cuando ambos se propusieron mejorar el local. Luego vinieron las participaciones en concursos como Raíces, en el cual, en 2020 consiguieron un tercer lugar entre unas 47 huecas, tanto nacionales como extranjeras.
"Gracias a Dios tengo una buena hija, a la que le di estudios, pero como yo también tengo mis años, yo le enseñé el trabajo, la fórmula de mi negocio, para que aprenda, y ha sido una chica inteligente, ha aprendido el movimiento del negocio y ella me acompaña, me ayuda en todo y con ella hemos ganado mucho", expresa Ángel.
Curiosamente, Briggite cuenta que, inicialmente, nunca se visualizó trabajando en el restaurante, pero luego, al darse cuenta de que gracias a ello lo ha tenido todo en su vida, le pone el 100% de su esfuerzo, desde entonces.
¿Cuál es la mayor enseñanza que Ángel le ha dejado a Briggite? "Todo, porque él fue la persona que me crió y como yo le digo a él, la persona que yo soy, los valores que tengo, son por él. Normalmente hay padres que se desentienden (con sus hijos), él no. Fue padre y madre. Y seguimos juntos, como yo le digo a él: Tiene que venirse hasta a vivir conmigo", contesta entre risas, la joven.
Para este Día del Padre, en Ciro's se alista una 'promo' de dos caldos, una porción de chifles, dos porciones de salchichas y una gaseosa de 1.35 litros a 15 'latas'.
LOS ENCEBOLLADOS DE ÁNGEL MACÍAS
Diferentes negocios y familias, pero la misma tradición. Hace 40 años, don Ángel Macías migró desde su natal Manabí hacia Guayaquil. Él relata que tomó esta decisión, debido a que con su anterior trabajo como agricultor solo ganaba seis sucres por repartir machete.
Fue entonces cuando inició la Picantería Angelito, en las calles 9na y Gómez Rendón. En 1999, abrió una segunda sucursal, entre la 11va y Francisco de Marcos.
Macías tiene cinco hijos, cuatro varones y una mujer, y todos están incorporados al restaurante, cuyo plato estrella es el encebollado. "Ellos estaban en el círculo, entonces fueron viendo y aprendiendo. De pronto, no estoy yo y ellos seguirán en lo mismo", comenta.
El empresario de 65 años dice que confía plenamente en la labor que cumplen sus vástagos.
Uno de los hijos de Macías es Lenín, de 30 años. Él cuenta que desde temprana edad lo ayudaba a su padre con sus tareas. Aquello le permitió ir conociendo 'de cabo a rabo' el negocio, hasta que, hace 10 años, don Ángel lo designó administrador del local ubicado en la 9na y Gómez Rendón.
"La relación siempre ha sido muy buena por la comunicación que nosotros tenemos para cualquier decisión, mejora que uno quiera implementar en el negocio, y por eso estoy donde estoy, en este cargo en el que él me puso", cuenta Lenín.
La principal enseñanza le ha dejado Ángel a Lenín es la del trabajo, la honestidad y el respeto hacia las personas que lo rodean: "Siempre uno tiene que mantener el respeto, y esa es la enseñanza que siempre me ha dado mi padre, hasta ahora lo sigo implementando y es una buena lección porque me encamina en buenas decisiones a futuro y siempre le agradezco a él por llevarme en buen camino".
Lenín Macías cuenta que este Día del Padre la Picantería Angelito atenderá normalmente a sus clientes, tal como los 365 días del año. El administrador aprovechó para invitar al público a visitar el restaurante, que vende encebollados sencillos a $2 y el mixto, a $4. "Bueno, bonito y barato", como afirma.