Sin duda, la gran mayoría de ecuatorianos pide y exige la separación de la vicepresidenta de la República, María Alejandra Vicuña, por los motivos que son de dominio público. Algo tardío, el presidente Moreno ya la liberó de sus funciones, sin límite de fecha, según la versión oficial que se conoció el lunes último, a primera hora. Y encargó esa labor al nuevo secretario general de la Presidencia, José Augusto Briones. Media hora después, la vice pide “licencia sin sueldo”, fijando ella el término hasta el 31 de diciembre...

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Esto nos recuerda a la “Crónica de una muerte anunciada” del inmortal Gabriel García Márquez, pues una trayectoria algo parecida ocurrió con el anterior ‘vice’, Jorge Glas, condenado luego a media docena de años en la cárcel... Sin duda, la Vicepresidencia tiene “jettatura” y, a este paso, debería tocar a la Asamblea Nacional elegir a un tercero para tan importantes funciones, de la terna que, oportunamente, deben enviar desde Carondelet. ¿“A la tercera va la vencida”?...

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Como dicen que “no hay mal que por bien no venga”, pues, todo escándalo genera a la postre una lección. En el caso de los “diezmos” y las “contribuciones” en el futuro ya no se pedirán en cheque o transacciones bancarias sino en dinero efectivo, contante y sonante.

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Además, eso de que ciertos legisladores le exijan “tajadas” de sus sueldos a sus “ayudantes” es una inmoralidad desde hace fúúú...

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Los organismos de control ordenaron que se investiguen los costosos vuelos de los dos aviones presidenciales en tiempos de Rafa. Al dirigirse, varias veces sin pasajeros a ciertos “paraísos fiscales” -¿por qué causa, razón o motivo?- se han convertido en “pájaros de alto vuelo”...