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Opinión
Editorial: Vendiendo armas a los guerrilleros
Un gigantesco sistema de infiltración en los destacamentos militares del país en beneficio del grupo subversivo Oliver Sinisterra.
Un gigantesco sistema de infiltración en los destacamentos militares del país en beneficio del grupo subversivo Oliver Sinisterra, que opera en la frontera norte, ha sido descubierto gracias a la operación Camaleón. Esto ha permitido la detención de 7 militares en servicio activo y otros seis civiles, quienes formaban parte de una organización secreta que proveía de armas y municiones a los terroristas comandados por Guacho, responsables de la muerte de militares, periodistas y una pareja secuestrada, todos de nacionalidad ecuatoriana, así como la destrucción, mediante la explosión de bomba, del cuartel policial de San Lorenzo.
Esta operación con sus respectivas detenciones no solo ha causado sorpresa en el colectivo nacional, sino también una profunda preocupación de que no toda la organización clandestina haya sido descubierta y que en el futuro se siga operando, desde los mismos cuarteles, no solo armando a elementos subversivos, sino perjudicando a nuestras Fuerzas Armadas con el robo de sus pertrechos.
Es necesario, pues, seguir con más estricta preocupación investigadora, ejerciendo un severo control sobre todo en la selección del personal militar que debe estar al margen de toda sospecha.