No es secreto afirmar que ahora en todo el mundo ocurren cambios en el clima, lo cual preocupa, pues se alteraron todas las actividades. En la escuela se nos enseñó que aquí solo teníamos dos estaciones climáticas, la seca y la lluviosa, y alrededor de esto se planificaban las actividades, especialmente escolares.

Nuestro “invierno” por lo general duraba 4 o 5 meses, y como llovía, se aprovechaba para las vacaciones en la Costa, lo contrario ocurría en la serranía. Pero ahora llueve el rato menos pensado en cualquier lugar del país y hacen calores caniculares en la Costa y lluvias con todas las de la ley en la serranía.

Los expertos piden que en la Costa la gente se proteja como pueda del calor infernal porque una insolación deja secuelas a largo plazo y una hidratación es necesaria. En la Sierra caen trozos de granizo que fácilmente pueden causar un “chichón” en la cabeza.

En otros lugares, por ejemplo en Estados Unidos, está lloviendo granizo con nieve y el frío obliga a la protección con gruesos abrigos. ¿Es normal esto? No. Son alteraciones en las que el hombre tiene su culpa por tantos experimentos cuyos resultados ya se están viendo con inundaciones, tormentas, huracanes y quién sabe qué más vendrá.

Todavía podemos hacer algo por el mundo; olvidarnos de ensayos nucleares y otras cosas más, porque el rato menos pensado ¡BUM! y marchamos justos y pecadores...