Al menos dos décadas hemos retrocedido en la forma de hacer política. Estamos en la época del “toma y daca”, de ajustarse al nuevo poder y aprovecharse según sus conveniencias personales y no importa la “traición” donde hay que repartir la torta del gobierno “para que dejen gobernar”, cuando 5 millones 57 mil ecuatorianos ganaron con un plan de gobierno y ahora se aplica el plan del perdedor, cuando se prometieron “manos limpias” y resulta que hubo “lleve” para el “espanto hipócrita” de los que siempre han “llevado”; cuando la envidia por un líder les lleva a gastar más de 50 millones en una consulta, en un país supuestamente “quebrado” para sacarlo de en medio, y de paso quitar nuestros derechos a elegir a quien queramos y cuando lo queramos y también quitarnos el derecho a participar directamente en la elección de quienes nos controlan al tratar de abolir el consejo de “participación ciudadana” volviendo al “dedo para elegir”.

Estamos en el tiempo en que no es necesario ser culpable para estar en la cárcel o ser “glosado” por la Contraloría, si no eres obediente.

Donde todo es mentira, hay corrupción y manipulación; donde la política merecería un asco. ¿Algún joven capaz y patriota se atrevería a incursionar en nuestra política?....Quizás NO, como país perdemos y estaríamos condenados a ser gobernados por gente que no tiene nada que perder, por los mediocres ambiciosos.