Darío Chichande, un joven de apenas 32 años, fue asesinado a sangre fría la tarde de este martes, alrededor de las 17:00, en el sur de Esmeraldas, exactamente en redondel de Codesa.

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Chichande se dedicaba a hacer fletes en una moto lineal y se encontraba esperando carreras cuando fue sorprendido por dos sujetos que se movilizaban en otra motocicleta. Su cuerpo quedó sobre el que en vida fue su instrumento de trabajo.

Testigos presenciales relatan que escucharon al menos siete disparos resonar en el aire, un eco aterrador que sugiere un ajuste de cuentas digno de las peores películas de crimen organizado.

La escena del crimen fue marcada por siete cartuchos percutidos, un indicativo escalofriante de la violencia que se ha apoderado de las calles esmeraldeñas.

Otra persona resultó herida

Este trágico episodio no es un hecho aislado. Menos de 24 horas antes, otro joven perdió la vida en un ataque similar en la intersección de las calles 6 de diciembre y Salinas.

La sensación de inseguridad se intensifica, y los ciudadanos sienten que la vida cotidiana se ha convertido en un juego de azar, donde la muerte acecha en cada esquina.

Además, en el mismo incidente que costó la vida a Chichande, otra persona que pasaba por el sitio resultó herida y fue trasladada de urgencia a una casa de salud.

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