El pánico era colectivo. La imagen de uno de los panfletos lanzados hacia el interior de una unidad educativa había empezado a circular entre los grupos de WhatsApp de padres de estudiantes de diferentes planteles y el miedo los había invadido.

“Preferimos que pierdan un día de clases y no la vida”, repetían algunos progenitores mientras se alejaban de prisa de un colegio réplica de la Isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil. En ese lugar, se había registrado la primera alerta la mañana del jueves 10 de noviembre, luego de que personal de la institución encontrara mensajes con amenazas en el patio, en medio de los bloques de aulas, según contó una mamá.

“Tenemos nuestra gente desplegada en diferentes partes. No se sorprendan si nuestros hombres comienzan a disparar y tirar bombas a las instituciones”, decía parte del texto, atribuido a Los Tigres, acompañado de una imagen de este animal.

En el escrito se leía que las intimidaciones hacían mayor énfasis hacia la rectora del colegio réplica, por supuestamente no “acatar sus normas”, aunque en la hoja no se explicaban cuáles eran estas reglas.

Además, se citaba a tres unidades educativas, todas de la isla Trinitaria, y se precisaba que las cercanas a estas también estarían en riesgo.

“Apenas vi ese mensaje vine por mi hija, no puedo arriesgarme a que le pase algo, peor si nos dicen que las clases no se van a suspender y que seguirán con normalidad. ¡Qué normalidad es esto!”, lamentaba un hombre, quien apresurado acababa de llegar en una tricimoto. Él retiró a su pequeña de una escuela que no constaba en el escrito, pero no fue el único. De a poco llegaban los padres por sus vástagos.

En la zona, durante el recorrido del equipo de Diario EXTRA, hubo poca presencia policial. En el réplica no se vieron agentes, mientras que en los otros dos señalados en la amenaza sí se notó la llegada de patrulleros. En uno estuvieron unos minutos y se retiraron, y en otro vigilaban desde una esquina. Este último se encuentra cerca de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de la vía Perimetral.

En estos planteles se solicitó información, para conocer qué medidas se tomarían, pero evitaron dar declaraciones. Hubo hermetismo. Los padres reiteraban que, pese al pedido de clases virtuales, les habrían indicado que eso no era posible, que la presencialidad se mantendría.