Alejandra Sánchez, conocida como La Suka; Moisés Delgado, apodado La Víbora; y Conny Garcés se han unido a la creciente tendencia de la venta informal de ropa de segunda mano y otros artículos a precios bajos. Esta práctica no solo representa una oportunidad para quienes buscan prendas para su uso personal, sino también para aquellos interesados en revenderlas.

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Cada cierto tiempo, cuando tiene suficiente mercadería, La Suka realiza las llamadas ventas de garaje o de segunda mano al pie de su restaurante, en las que invita a otros personajes a promocionar su ropa usada y nueva a precios accesibles.

Estos eventos, según le comentó a EXTRA el reportero de farándula La Víbora, resultan exitosos. Obtuvo ciento noventa dólares en dos días. “Entre sábado y domingo, yo vendí mis vestidos, pantalones y trajes que me he puesto una sola vez para ir al programa. Me fue excelente y espero regresar”, aseguró.

En un día, La Suka ganó cerca de una ‘luca’, porque incluyó muchas prendas en liquidación de su taller de costura. “No solo vendo pijamas, sino también ropa para mujeres, ‘bodies’, toallas, salidas de baño, pantalones y otras prendas. Además, en ocasiones, vendo ropa navideña o de Halloween, según la temporada. Si una pijama de niño cuesta diez dólares, en oferta la dejo en cuatro o seis dólares”, comentó.

Conny Garcés, expanelista de ‘Los Hackers’, también vendió en el puesto de La Suka todo lo que llevó. “Ni la lluvia nos paró”, reveló. Sin embargo, su fuerte está en las redes sociales, donde promociona su ropa. “Yo también vendo mucho en redes, porque tengo clientes de otras provincias que se inclinan por mis prendas, ya que les gusta mi estilo”, le explicó a este Diario.

Compran ropa de segunda mano para revenderla

La dueña del puesto destaca que muchas personas compran ropa de segunda mano para revenderla, y otras, porque la necesitan para su uso personal. A su ‘pulguero’ llegaron a comprar varios vendedores ambulantes de Quevedo, ya que, como consecuencia de las inundaciones de los últimos días, perdieron mucha mercadería.

Aclaró, además, que las ventas se realizan justo frente a su local para evitar inconvenientes con los agentes municipales. Esta estrategia, incluso, le ha servido como un buen gancho para atraer comensales.

“Los clientes pueden adquirir varias piezas a precios accesibles. Con cuarenta dólares se llevan entre cinco y seis prendas”, agregó La Víbora.

Necesitan ingresos extras

Cuando se les preguntó por qué no donaban las prendas, la respuesta fue contundente: “Necesitamos ingresos extras. Tener mucha ropa no significa que podamos regalarla, especialmente con la situación actual del país”, explicó el comunicador.

Una postura que comparte La Suka, quien tiene tres niñeras para cuidar a sus tres hijos pequeños y destina las ganancias de las ventas precisamente a cubrir esos gastos.

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