A sus 16 años y con una estatura de 1.75 metros, Angelina Vaicekauskas Calderón está cumpliendo un sueño. La joven basquetbolista ecuatoriana se unió el pasado 27 de febrero al Mercede Basket Alghero, equipo de la ciudad de Alghero, en la isla italiana de Cerdeña. Apenas unas semanas después, el 18 de marzo, contribuyó a la conquista del título regional Sub-19.

En diálogo con EXTRA, Angelina compartió sus impresiones sobre su debut internacional y los desafíos que le esperan en su nueva etapa.

• ¿Cómo te preparaste para este reto en Italia?

Esta oportunidad es un sueño hecho realidad. Desde que comencé a jugar, siempre imaginé competir a nivel internacional, y ahora tengo la posibilidad de hacerlo en Italia. Me estoy preparando con mucha disciplina, enfocándome en mejorar mi tiro y adaptándome a un nuevo estilo de juego. Gracias a Dios, tuve la oportunidad de reforzar a las chicas de la Sub-19 y nos coronamos campeonas regionales. Ahora la misión es llegar a nivel nacional.

¿Cuáles fueron tus inicios en el baloncesto?

Infantería de Guayas fue mi segunda casa. Allí crecí como jugadora y como persona. Aprendí sobre la importancia del trabajo en equipo y la disciplina. Tuve entrenadores que me exigieron al máximo, y mis compañeros se convirtieron en mi familia. Me llevo recuerdos inolvidables y, sobre todo, la motivación para seguir creciendo.

¿Cuál consideras que es tu mayor fortaleza?

Soy rápida en las transiciones y sé cómo moverme bien para recibir en posiciones favorables. También tengo un buen manejo de tiros de media y larga distancia. Sin embargo, estoy trabajando para mejor mi dribling.

¿Cómo ha sido el apoyo de tu familia y entrenadores?

Mi familia ha sido fundamental. Siempre han estado a mi lado, apoyándome en cada torneo y entrenamiento. Mis entrenadores también han jugado un papel clave en mi desarrollo, enseñándome a creer en mí misma y a nunca rendirme. Sin su apoyo, no estaría aquí hoy.

¿Qué diferencias encontraste entre el baloncesto ecuatoriano y el europeo?

El ritmo de juego en Europa es mucho más rápido y táctico. También se da mucho más contacto físico y los equipos trabajan con sistemas más estructurados. En Ecuador, el talento es innegable, pero a veces falta más organización y oportunidades para las jugadoras jóvenes.

¿Tienes alguna jugadora que te inspire en tu carrera?

Mi hermana, Paulina Vaicekauskas, ha sido mi mayor inspiración. Siempre la he admirado como mi jugadora estrella, no solo por su habilidad en la cancha, sino también por su mentalidad. También admiro a LeBron James por su disciplina y ética de trabajo.

¿Cuáles son tus metas a corto y largo plazo?

A corto plazo, quiero adaptarme rápidamente a mi nuevo equipo, seguir mejorando mi nivel y aportar todo lo que pueda en la cancha. A largo plazo, mi sueño es jugar en una liga top de Europa y, ¡por qué no!, llegar a la WNBA.

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