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Gastronomía
Chontacuros, una exquisitez amazónica
Yo te lo pruebo: El segmento que doma a la 'leona' ecuatoriana se atrevió a probar este alimento exótico de exportación
Chontacuros, la tríada perfecta de texturas gastronómicas: crocantes, fibrosos y grasosos. Las larvas del escarabajo gorgojo negro habitan en el corazón de la palma de la chonta, de la que se nutren y de dónde obtienen su particular aroma y sabor a coco. En 'Yo te lo pruebo' te grabamos cómo fue nuestra aventura al degustar el plato endémico y cotizado de la Amazonía ecuatoriana que, en otros países, muy pocos se atreverían a comerlo.
El remedio de los pueblos indígenas
Conocidos también como mayones (Amazonía), mundish (lengua shuar) o muquindi (achuar), los chontacuros son un alimento tradicional de las tierras orientales del Ecuador. Su nombre proviene del quechua, que significa “gusanos de chonta”. El animalito similar a una oruga, en su flácido cuerpo posee 18 % de proteína y omega 6 y 9. Más allá de ser un alimento para los indígenas, la larva también es utilizada como remedio para la tos y asma, según una investigación de la Universidad Estatal Amazónica.
La recolección del insecto es sencilla debido a que no hay una época determinada del año para su reproducción. El aviso de que ya están listas las da la palma en las que anidan, cuando estas maduran con un machete se lo parte para obtener las larvas que, tres meses atrás, fueron depositadas en forma de huevecillos por el gorgojo negro.
Luis Cedeño, chef y director de LA Academia culinaria, comenta para EXTRA que en la Amazonía es común preparar al chontacuro en forma de brocheta. “Normalmente se lo hace asado y se lo acompaña con ensalada criolla y yuca, esto se lo hace especialmente en Morona Santiago”, añade el gastrónomo.
Las propiedades de la larva permiten que sea cocido de diferentes maneras: frito, al horno y carbón. No obstante, el experto recalca que, para los lugareños, el chontacuro es un manjar sin la necesidad de una hornilla.
El sabor único del animal es una explosión directa hacia las papilas gustativas que no se asemeja al de otra proteína consumida en un menú común. Este alimento tiene la bondad de absorber los tintes de dónde se lo cocina ya sea en aceite o carbón. Basta con decir que, para cualquier aficionado de la gastronomía, este plato es un deleite completo que no se lo puede perder.