Limitar el uso de dispositivos electrónicos es una de las estrategias recomendadas para combatir la miopía infantil. Estudios recientes, realizados en Hong Kong, aseguran que los casos de esta condición han tenido un aumento considerable, debido a la pandemia.

Esto lo confirma el oftalmólogo Paúl Estrella, quien sugiere utilizar el sistema de control parental que programa el tiempo de encendido del aparato.

Pese a que la teleducación no deja muchas opciones a los padres, Estrella indica que se debe, al menos, hacer pausas activas constantes para evitar un desgaste en los ojos. “La miopía se da, sobre todo, por el trabajo muscular que representa el tener la imagen tan cerca. Esto produce el desgaste”.

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Aunque aclara que la predisposición genética también es un componente. Los estudios internacionales predicen una “epidemia de miopía en la próxima década” por el contacto telemático permanente.

Aunque el filtro azul se ha puesto de moda, el especialista aclara que no es muy útil para evitar la miopía en los infantes, pero sí para reducir la resequedad ocular.

Otro de los consejos para mitigar la problemática es que la tablet, celular o computadora, deben estar a una distancia de 50 centímetros de los ojos.

Respecto a los tratamientos, Estrella explica que, en algunos casos y especialmente, con supervisión de un experto, se puede suministrar medicación para reducir el avance de la miopía. Los lentes también ayudarán a que el niño genere agudeza visual.

“No se puede revertir si se deja de usar los dispositivos. El daño es permanente”, dice.

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La zanahoria sí ayuda

Aunque para el médico, la dieta no incide en la salud visual, la nutricionista María José Reyes explica que la vitamina A sí puede favorecer al funcionamiento de los ojos.

Uno de los alimentos más recomendados para mejorar la vista es la zanahoria y su consumo no es del todo un mito. “Tiene gran cantidad de betacaroteno, que es un precursor de esta vitamina, también llamada retinol”, manifiesta.

Las espinacas, las coles, el pescado, el té verde, las leguminosas, los cereales, los lácteos, los frutos secos y la lechuga también generan buenos resultados sobre la salud visual. “No es que estos alimentos curan la miopía, pero sí ayudan de manera general al funcionamiento de los ojos”, concluye.

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