A sus 27 años, Andrés Martínez se ha posicionado como el joyero de confianza de varias figuras del fútbol y la música urbana. Aunque nació en Quito y tiene raíces esmeraldeñas, su historia es un viaje marcado por el diseño, la creatividad y la joyería de alto nivel. Todo comenzó en México, donde se graduó como gemólogo en la UNAM.

Fue modelo y, al igual que su hermano Fidel Martínez, se inclinó por el fútbol, aunque por poco tiempo. Su verdadera vocación lo llevó, hace cinco años, a cumplir los caprichos y gustos de sus clientes. “Me dan sus ideas y yo creo el modelo en 3D. Ahí pueden decidir detalles como cambiar de posición los diamantes, agregar rubíes, elegir la caligrafía o modificar el tamaño del dije. Todo es 

100 % personalizado”, explica.

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El Kitu fue el primero

Su primer cliente fue el exjugador del Barcelona, Damián ‘Kitu’ Díaz. Él vio el trabajo de Martínez en Instagram y lo contactó. “Le hice un dije con las iniciales de sus hijos. Cuando fui a entregárselo al club, todos los jugadores lo vieron y comenzaron a interesarse. Ahí empezó todo”, relata. Lleva tres años viviendo en Ecuador.

Desde entonces, Andrés ha trabajado con jugadores como Kendry Páez, a quien le creó un dije con sus iniciales; Byron Castillo, Bryan Oyola, Félix Torres, Jeremy Sarmiento, Jaime Ayoví, entre otros. También ha recibido pedidos curiosos. “Un cliente me pidió una palanca de PlayStation en oro, y Jaime Ayoví me solicitó un Gokú que elaboré en oro de 18 quilates y piedra amatista”, revela.

El ecuatoriano Jeremy Sarmiento, que juega en el Burnley de Inglaterra, es otro de sus clientes frecuentes. “Él tiene un estilo más europeo, prefiere diamantes blancos, algo más innovador”, asegura.

Los jugadores ecuatorianos suelen pedir joyas con diamantes VVS, considerados de los más puros, y oro de 18 quilates. También buscan dijes con rubíes o esmeraldas, “depende del gusto de cada quien”.

Reconoce que Sarmiento y Moisés Caicedo son quienes más joyas le han encargado. “Todos mis clientes son buenos, pero ellos destacan por la cantidad y la calidad de lo que piden. Están a otro nivel”, sostiene.

Artistas urbanos

También ha diseñado piezas para artistas urbanos como el esmeraldeño Jombriel. “Uno de sus pedidos fue una cadena con más de 38 quilates de diamantes que llevó a los Premios Ren Sayce, además de un dije de entre 10 y 12 quilates”. No quiso revelar el valor que el cantante pagó por ese trabajo ni por otra cadena que usó en la grabación de su nuevo tema.

Para Peso Pluma colaboró con un dentista mexicano que le colocó carillas de porcelana con incrustaciones de diamantes. “Fueron primero dos colmillos y luego pidió para todos los dientes frontales”, trabajo que tiene documentado en video.

Sobre la seguridad en Guayaquil y el uso de joyas, Andrés comenta que mucha gente las compra como inversión. Si el cliente ya no las desea, él se las compra o las cambia por otra pieza. Para evitar inconvenientes, solo atiende a gente conocida, no tiene local y recibe sus gemas de proveedores de confianza. En México trabajaba bajo pedido desde su casa, donde tenía su taller

DATO

Lo más costoso que ha fabricado es una cadena con más de ocho mil diamantes, valorada en 80 mil dólares. El pedido lo hizo un futbolista de la selección mexicana que ahora juega en Rusia.

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