Al ayuno, la privación de alimentos por cierto tiempo que se practica desde tiempos antiguos se le atribuye beneficios espirituales y, cuando va acompañado de oración, se dice que ayuda a fortalecer el carácter. Miles de creyentes lo cumplen en ciertos períodos. La Cuaresma está inspirada en los 40 días que Jesucristo pasó en el desierto sin ingerir alimentos.

Según explica la nutricionista Tatiana Landeta, cuando tenemos problemas, estrés, enojo, el cuerpo produce una carga elevada de toxinas y hormonas, y es precisamente con el ayuno que se depuran estas sustancias. “Por eso es que el ayuno está tan presente en las religiones como guía de depuración del espíritu”, señala.

En ciertos momentos, los fines de semana, cuando nos despertamos más tarde y optamos por pasar directamente a hacer un desayuno-almuerzo, hacemos ayuno.

Ayunar “es altamente beneficioso”, acota la nutricionista, porque durante el lapso que dejamos de comer conseguimos que haya regeneración en nuestro organismo.

Entre esas bondades cuentan:

• Facilita el proceso de desintoxicación y depuración del organismo.

• Ahorramos energía para reparar órganos.

• En los diabéticos mejora la resistencia a la insulina.

• Activa la quema de grasa, especialmente grasa visceral.

• Mejora composición corporal reduciendo masa grasa.

• Reduce la tensión arterial.

• Estabiliza los niveles de triglicéridos y colesterol.

• Disminuye las sustancias promotoras de inflamación.

• Mejora los niveles de azúcar en sangre.

• Regula la respuesta inmune.

• Reduce la inflamación generalizada.

Antienvejecimiento

Entre otros beneficios, el ayuno activa la autofagia, una forma de depuración celular y permite una renovación en nuestro interior.

Dado que la autofagia estimula la descomposición de partes celulares viejas como la creación de componentes nuevos, al ayuno “puede considerarse uno de los métodos antienvejecimiento más eficaces que existen”, señala la profesional.

"El ayuno puede hacerse sobre todo después de haber disfrutado una fiesta e ingerido alcohol en exceso, y es aconsejable tomar entre 2 y 3 litros de agua”, nutricionista Tatiana Landeta.

METABOLISMO

Una vez que el cuerpo se adapte al ayuno se pueden prolongar las horas. Esto mejora la flexibilidad metabólica y la capacidad del cuerpo de utilizar las reservas de grasa como fuente de energía.

TIEMPO

Es posible ayunar de uno a dos días a la semana, de preferencia los fines de semana, cuando se está más relajado, ya que un principio el ayuno sería un agente estresor.

RECOMENDACIONES:  Sepa qué hacer y qué no

* Una semana antes elimine de la dieta alimentos procesados, snacks, embutidos, enlatados, comida chatarra, azúcar, postres, sodas, etc.

* En esos días debe tener alimentación baja en carbohidratos simples (arroz blanco, papa, fideo), que son altos en almidones, generan picos de insulina que activan el mecanismo del hambre, lo cual dificultaría hacer ayuno.

* Durante ese lapso incluya frutas, vegetales y proteínas magras o libres de grasa.

* Empiece retrasando la hora del desayuno y hará su tiempo de ayuno más prolongado.

* Lo adecuado para romper el ayuno es servirse un plato de vegetales variados, proteína como pollo o pescado y grasa saludable como frutos secos, aceite de oliva o aguacate. (IC)