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Quito: Desalojan 'madrigueras del vicio' instaladas en las laderas de las canteras de San Roque
Desalojan a personas que generarían inseguridad en las laderas de San Roque, en el centro de la ciudad
Franklin recicla botellas y cartón. Al día gana seis dólares. Según él, ese dinero lo destina para comprar ‘bazuco’ (base de cocaína) y fumarlo dentro de una ‘madriguera’ que improvisó, con otro habitante de calle, en una ladera ubicada en las canteras de San Roque, en el centro de Quito.
Sin embargo, la Policía y el Municipio capitalino, tras un operativo, le tumbaron la ‘hueca’ del vicio. Franklin asegura que ese espacio ha sido su hogar durante dos años.
Los moradores del sector, como Martha Remache, no se sienten seguros con esos ‘vecinos’. Ella comenta que estos lugares se han convertido en escondites para delincuentes. En una ocasión, ella fue víctima de robo. “Me asaltaron dos sujetos con un cuchillo y luego se metieron como ratas a la montaña”, recuerda.
La habitante explica que las escalinatas que atraviesan las laderas llenas de maleza son la única vía que tienen los vecinos que viven en la parte superior del sector la Libertad para dirigirse al Centro Histórico.
Moradora
Según ella, los delincuentes se drogan dentro de estas madrigueras y luego salen a delinquir. Añade que cuando se denuncia algún hecho delictivo, no se puede dar con los responsables porque la policía no puede acceder con sus vehículos a estos espacios recónditos.
Lourdes Moreano, otra ‘veci’ del lugar, cuenta que las mujeres son las ‘presas favoritas’ de los ladrones. Incluso “se ha escuchado de casos de violación”.
Los habitantes exigen que las autoridades realicen un plan de intervención para que las escalinatas se conviertan en un camino por el cual puedan circular los vehículos y cortar la maleza que existe en la zona.
Moradora
Intervenciones
Agentes policiales desalojaron de este espacio a seis personas en situación de calle, a quienes les encontraron cuchillos, máscaras, artefactos electrónicos y celulares cuya procedencia no pudieron justificar.
Entre ellos estaba Franklin, quien afirma que hace seis años solía trabajar en restaurantes, pero desde que conoció la droga ‘su vida se perdió’.
El coronel Patricio Vargas, comandante de Policía del Distrito Manuela Sáenz, señala que estos espacios abandonados se han convertido en focos de inseguridad para la comunidad. Según el oficial, ejecutan intervenciones y coordinan con las autoridades municipales para, de ser el caso, llevar a estas personas a que reciban ayuda y tratamiento médico para que se recuperen de su adicción. Por otro lado, si se determina que son responsables de algún delito, serán detenidos.