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Alausí: La cadena de afectados por los deslaves
En Multitud han establecido dos albergues. En otros sectores, la gente no puede salir y está sin luz y sin comunicación
Continúan los esfuerzos para hacer frente al desastre causado por las intensas lluvias del pasado fin de semana en áreas de la provincia de Chimborazo. En la parroquia Multitud, del cantón Alausí, donde se registró el mayor deslizamiento de tierra, el COE provincial se reunió y se establecieron dos albergues, donde al menos 50 personas están pernoctando.
Aunque la maquinaria ha logrado llegar hasta el sector de Chaguarpata, desde allí existen 7 kilómetros de interrupciones en las vías, lo que hace imposible la conexión con el cantón Cumandá. En esa localidad se ha abierto otro frente y hasta allí han llegado los bomberos de Manta, Portoviejo, Milagro y Riobamba.
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Debido a los daños, varias comunidades están incomunicadas. En algunos tramos de vías cortadas, hay conductores atrapados que, por su propia decisión, no desean abandonar sus vehículos de carga pesada.
Ramiro Garcés, bombero de Cumandá, informó que “después de rescatar a las personas que estaban en la vía, ahora nos estamos preparando para llegar a las comunidades que, aunque no han sido afectadas directamente, no pueden salir a abastecerse debido a la falta de vías”.
Están incomunicadas las comunidades de Suropata, Copadillo, Aguagual, Sacramento, del cantón Cumandá, y Piñanpungo, de Alausí, ubicadas en la parte alta. Joselyn Calderón compartió su preocupación: “Tengo a mi familia en el recinto Piñanpungo. No tienen luz ni señal y no pueden salir de ahí”.
Orlando Vallejo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Riobamba, confirmó que gracias al uso de drones han podido visualizar a personas que intentaban cruzar los ríos. Esto les permite advertir sobre posibles peligros y orientarse mejor para llegar a esos lugares.
Vendedores en la carretera se ‘comen la camisa’
No solo habitantes de recintos enfrentan una angustiosa realidad. Este embate de la naturaleza también afecta a los negocios en la vía, pues sobrevivían por los miles de pasajeros que transitaban hacia la Costa.
De acuerdo con la información del GAD de Pallatanga, el cierre de la vía representa una pérdida diaria de 100.000 dólares para 300 pequeños comerciantes, incluyendo salones de comida y centros de turismo. Además, se ven afectados 300 emprendimientos que dependían de los buses para ofertar fritada, choclos, agua.
Carmita Chaulla, quien tiene un puesto de comida, elevó su queja. “No podemos trabajar. Vivíamos del turismo en esta vía Panamericana, pero ahora no hay nada”. Incluso cuando los vehículos circulaban a pesar del mal estado de la carretera, ella llegaba a faenar hasta 15 chanchos en una semana. Ahora nada.
Agricultores pagan más por transporte de alimentos
La producción de Pallatanga, destinada principalmente a Guayaquil, también se ve perjudicada. Por ejemplo, el transporte de cada saco de pepino costaba 1,50 dólares, pero como ahora debe usarse la vía Guaranda-Babahoyo-Guayaquil se incrementó el valor hasta 3 o 4 dólares por saco. José Moreira expresó su preocupación: “Ojalá arreglen rápido. Esta pérdida sin transporte afecta a todos. Se incrementa el costo, y la gente protestará porque los precios suben en los mercados”.
Luis Tacuri, dueño de un comedor en Trigoloma, ofrecía baños y duchas de agua caliente a miles de pasajeros. Con la vía cerrada, su negocio está en peligro, volviéndose incierto el futuro de sus 25 empleados, que trabajaban en tres turnos.
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