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Opinión
¿Es conveniente la reelección presidencial?
La situación que vivió Bolivia, hasta la semana pasada, tras 14 años de entronización en el poder de Evo Morales, al intentar una nueva reelección y de modo poco transparente, así como la que viven Cuba (con un solo partido), Nicaragua y Venezuela, nos
La situación que vivió Bolivia, hasta la semana pasada, tras 14 años de entronización en el poder de Evo Morales, al intentar una nueva reelección y de modo poco transparente, así como la que viven Cuba (con un solo partido), Nicaragua y Venezuela, nos dan una lección.
Cuando se tiene la intención de perennizarse en la presidencia, puede producirse una serie de hechos que van en contra de la democracia y de un buen gobierno, como utilizar los medios públicos para continuar haciendo una velada -—o, a veces, descarada— propaganda electoral, que nadie puede igualar, provocando la imposibilidad de que otra persona pueda promocionarse; el desgaste del erario nacional, el fraude electoral y la imposibilidad de adoptar un nuevo modelo que cambie el estado de cosas.
Además, se apoderan de todas las funciones y se convierten en “dictadores”, donde solo mandan una sola persona y sus caprichos.
Ocho o diez años de alguien que se cree dueño de cosas y personas es demasiado tiempo para que un aparato estatal y un pueblo puedan soportarlo.
Es posible que haya alguien que sea la excepción, pero es preferible no jugar a la ruleta rusa. Es más fácil desprenderse de un depredador, impidiendo la reelección presidencial, antes que soñar que vamos a encontrar al gobernante ideal.
Por ello, es necesario, en nuestro caso, reformar la Constitución, prohibiendo esta figura aunque sea sólo por una vez.