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Opinión
Editorial: Un día para la unidad familiar
Siempre la Navidad se presenta para todas las sociedades que están bajo la influencia de la cultura del Occidente, como un acontecimiento de profunda significación histórica y religiosa.
Siempre la Navidad se presenta para todas las sociedades que están bajo la influencia de la cultura del Occidente, como un acontecimiento de profunda significación histórica y religiosa.
Y lo es, porque las personas la vinculan no tanto con Santa Claus o Papá Noel, sino mucho más con el advenimiento, hace más de 2 mil años, de un personaje que influirá mucho, desde el punto de vista religioso en todos ellos.
En nuestros pueblos todos esperan la llegada del Mesías. Para eso se preparan. Sin embargo, tal evento ha sufrido importantes influencias y cambios culturales.
En estos momentos es imposible pensar el nacimiento de Jesús sin que entendamos que también es una época de unidad familiar y de atención preferencial a los niños.
También junto a este hecho surgió el efecto revalorizador de la presencia de ellos. Por esta costumbre hoy les entregan regalos.
Este importante evento religioso, social y cultural también es un momento en el que las familias afianzan sus vínculos consanguíneos, familiares y afectivos. Por eso, hoy estas festividades son comprendidas como una “Navidad de todos”. Especialmente en los niños.
Esto es lo que esperan la mayoría de los ecuatorianos que se produzca en este momento: mayor unidad con vínculos y afectos fortalecidos.