En uno de los estadios más grandes y conocidos del mundo, como el Santiago Bernabéu, de propiedad del club Real Madrid, se juega hoy el tan esperado partido suspendido por las causas de la violencia que se dieron en Buenos Aires el día señalado para su realización, como final del torneo Copa Libertadores, con todas sus localidades ya vendidas.

Y es que el interés de la enorme afición universal por el más popular de los deportes ha llegado a su máximo ya por el interés intrínseco del encuentro como por las causas que obligaron a su suspensión y a una decisión final de la Conmebol que, tras un exhaustivo análisis, escogió como la ciudad indicada para el choque de los dos colosos argentinos a la capital española.

La gran afluencia de público para ocupar las tantas localidades del estadio madrileño era el esperado, ya por la cantidad de argentinos que residen en España y Europa y ya por los hinchas con posibilidades para cruzar el Atlántico con el único fin de ser espectadores del encuentro.

De todas maneras, las autoridades argentinas han ejercido un severo control para que entre los viajeros no se filtren ciertos peligrosos elementos que pudieran desatar actos de violencia durante tan esperado partido en Madrid.