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Mafia balcánica en Ecuador: la organización criminal, más allá de la mafia albanesa
Desde que que operan en nuestro país, han hecho sentir su presencia: con tráfico de drogas y asesinatos, entre varios de sus negocios ilícitos.
Hace aproximadamente quince años, la mafia balcánica encontró en Ecuador una ‘sucursal’ para las operaciones del tráfico de cocaína desde Sudamérica hacia Europa. A Colombia, esta organización criminal había llegado diez años antes, pero el líder criminal asentado en el país cafetero, el serbio Darko Saric, no consiguió lo que el ‘misionero’ enviado a Ecuador alcanzó en un año: convertirse en el mayor narcotraficante de la región de los Balcanes.
Se trata del albanés Arber Cekaj, a quien en 2008 le bastaron pocos meses para fabricarse una imagen de empresario exportador de banano y llegar a acuerdos con diferentes haciendas, de forma legal, para que le vendieran el producto y mandarlo en contenedores al viejo continente. Durante siete años, el extranjero operó sin ningún problema y ni siquiera fue investigado, tampoco constaba en alguna lista de sospechosos.
Entre la fruta, el europeo hacía ocultar paquetes de cocaína que, en su población, en la época ya tenía un precio por kilo de al menos 65 mil dólares al mayoreo. Se desconoce cuánto alcaloide logró expedir, pero sí se sabe cuánto pretendía traficar en la última remesa: 32 bloques, distribuidos en cuatro cajas de banano. Con los valores de referencia, se estima que esta mercadería ilícita superaba los 2 millones de dólares.
Así lo descubrieron
¿Por qué si nadie investigaba al albanés le ‘tumbaron’ el negocio? Fue por pura casualidad y curiosidad de un estibador de la hacienda bananera La Rosita, localizada en la parroquia rural Chobo, del cantón Milagro, en Guayas.
En los registros judiciales, se detalla que poco después del mediodía del 4 de abril de 2015, el albanés llegó al sitio para cerrar la adquisición de más de mil cajas de banano, que en su presencia fueron cargadas en un contenedor.
El criminal había llegado en un Hyundai Tucson gris, en compañía de una mujer joven, Sara. En el lugar también estaban el dueño de la bananera y el encargado del control de calidad. Ellos, al parecer, nunca notaron cuando Cekaj bajó de su carro cuatro cartones y le pidió a los cargadores que también los colocaran en el vagón, antes de cerrarlo.
Esa situación, aparentemente extraña, habría llamado la atención de otro trabajador, quien quería saber qué había en las cajas y fue así que agarró una y la escondió para revisarla después.
Luego, aproximadamente a las 14:00, cuando la carga había salido, con la custodia del albanés en dirección a un puerto marítimo de Guayaquil, el estibador abrió el cartón y descubrió los bultos de droga. Informó de la situación a su patrón y él, a su vez, a la Policía.
Fue así que en el cruce conocido como T de Yaguachi se pidió al conductor del tráiler que se detuviera. Incluso, en el sitio hubo una discusión entre Cekaj y el encargado de calidad de la fruta, pues este último supuestamente le reclamaba por haber metido bananas posiblemente maduras, sin saber cuál era el resto del contenido.
Luego llegó la Policía y presuntamente el criminal balcánico ya no estaba y, hasta el cierre de esta edición, cerca de ocho años después, no ha sido localizado.
El primer operativo
La primera vez que presuntos miembros de esta mafia fueron atrapados en Ecuador fue en 2014, en la denominada operación Balcanes. En esa ocasión, fueron detenidos dos albaneses y un kosovar.
César Peña Morán, fiscal especializado de Guayas, fue uno de los agentes a cargo del caso en la etapa de juicio. El funcionario explica que ya en esta investigación se notó que este grupo se había asentado en nuestro país y que era complicado determinar con cuántos miembros contaba y cuál era su alcance real en el territorio nacional, porque cruzan la frontera, desde Colombia y Perú, por pasos ilegales.
En otros casos, sobre todo cuando son líderes, suelen llegar al país con documentos fraudulentos, como ciudadanos de otros países de Europa. En algunos casos indagados por Peña, se conoció que se suelen hacer pasar por griegos, debido a que guardan características similares.
Algo particular de esta agrupación narcocriminal es que no suele negociar directamente con las bandas locales, sino que usa intermediarios que lo hacen en su lugar, para conseguir cargamentos. Probablemente para evitar que ocurra lo que sucedió con Arber Cekaj, quien por poco fue atrapado.
Se dan sus ‘lujitos’
Los miembros de la mafia balcánica, en Ecuador, se dan una vida de lujos y suelen pautar reuniones en hoteles, restaurantes o gimnasios de renombre para mezclarse entre personas adineradas y no llamar la atención, añade Peña.
Pero, ¿qué ocurre cuando una negociación falla o alguien pretende traicionar a esta mafia? Lo eliminan. Y en Guayas, que es donde estaría su principal base de operaciones en Ecuador, cinco ciudadanos balcánicos han sido asesinados y otro sobrevivió a un ataque, entre 2017 y 2022. En promedio, un atentado por año.
Últimos casos
En las últimas semanas, en Ecuador, se ha vuelto a hablar de la mafia balcánica, por dos motivos. El primero es político, pues en un informe se mencionaría que personas que son o fueron parte del actual Gobierno tendrían o habrían mantenido vínculos con esta organización. Esto es algo cuyas investigaciones no han avanzado, pues lo único que existe, al momento, es un informe filtrado de una investigación previa. No existe un proceso vigente.
El segundo motivo se dio luego de la detención, en Colombia, del narcotraficante Wilder Emilio Sánchez Farfán, apodado Gato Farfán, pues durante los allanamientos a sus propiedades en nuestro país, específicamente en una de Samborondón, fue aprehendido un ciudadano albanés, identificado como Artur Rrapaj. Él tenía un su poder 319.000 dólares, teléfonos satelitales, dispositivos GPS.
Fue procesado por enriquecimiento ilícito, pese a que su defensa justificó que él, supuestamente, es empresario. En un medio local de Albania se informó que el individuo es miembro de la mafia balcánica y sería uno de los emisarios que la organización ha enviado al Ecuador.
¿Cuántos más como él existen el país? De eso no hay registros, como lo había anticipado el fiscal Peña.