La actriz Tábata Gálvez (54) a inicios de 2022 gritó a los cuatro vientos que tenía un romance con Jorge Vergara, un joven que en ese entonces tenía 23 años, a quien conoció cuando él recibía terapia en una clínica de rehabilitación durante la segunda temporada del programa online ‘24 horas limpio’, en el que la artista es conductora. Vivieron juntos, pero terminaron.

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Es parte de mi pasado y nombrar a gente que ya está tres metros bajo tierra es por gusto despertar el avispero y él no cuenta. O sea, él ya fue, pasaron cosas lindas, me divertí, fueron dos años que lo pasamos, al menos yo lo pasé bien, pero la relación se terminó y, por respeto a la familia de él y a mi familia, prefiero no hablar.

¿Qué relación que se rompe no te afecta? Te duele porque eres un ser humano, pero gracias a Dios, aquí estoy de pie.

Hay personas que preferimos buscar ayuda para no cometer errores. Sí, me fui, me guardé, es preferible. Carlos José (Matamoros) también lo hizo y no sé por qué motivo lo habrá hecho él, lo mío fue sentimental.

Mientras más rápido encuentres o busques la ayuda o te permitas recibir la ayuda, es mucho mejor, porque primero tienes que tener claro que es antes de la recaída, jamás después, luego no sirve.

El tiempo suficiente, creo que no existe, porque yo vivo el día a día. Estuve dos semanas.

La rehabilitación es para todo, vas a una sala de terapia y botas tu dolor, y ellos (terapistas y resto de internos) empiezan a ver tus errores y te das cuenta de que es verdad que lo que ellos ven, no lo veo yo. Porque el que habla se salva, el que se queda mudo se hunde.

Eso es morir lentamente, porque la gente dice: “Ay, ridícula, llora por alguien”, pero nadie sabe el dolor de nadie. Sientes que te mueres, literal, que te asfixias, sientes que el músculo del corazón te duele, pero cada cual se sana como puede. La mía fue hablar.

Sí, pero Dios puede con todo. Ahora créeme que mi corazón está sano y perdonado.

Todos cometemos errores, no puedo decirte no, yo no hice nada y creo que mi genio es un poco fuerte. No hubo ‘cachos’, yo no soy ‘cachuda’, no sé otras (risas). 

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