Madura y enfocada en lo que quiere. Así es la nueva Mar Rendón, muy diferente a la ‘peladita’ llena de ilusiones que partió a México a ver qué pasaba en ‘La Academia’.

El tercer lugar que obtuvo la tiene complacida, confiesa a EXTRA en una entrevista vía Zoom. “Obtuve los dos sencillos con Sony Music y me ahorré la tensión de estar entre los dos finalistas, eso fue un descanso”, dice entre risas.

Al final del día, lo que importa es lo que se hace fuera de ‘La Academia’, comenta.

“El público es el que escoge y eligió a una buena ganadora. Hay que aprovechar el momento y eso hacemos con Sony Music. Trabajar para sacar esos sencillos y que la gente no nos olvide, porque el boom de los reality shows es tan efímero...”.

Listo el primer tema

Con alegría y su característica sonrisa, cuenta que el 25 de agosto sale la primera canción grabada con la disquera.

“‘Déjame ir’ es el nombre del sencillo. Es una balada pop rock de autoría de Paty Cantú. Les pido que la escuchen y lo reproduzcan en los medios digitales”.

De ese apoyo depende que obtenga un contrato fijo una vez que termine la grabación de los dos temas que ganó como finalista del reality. “Así podré seguir dando a conocer el talento de Ecuador”, añade.

Sabe aprovechar

Es precisamente ese talento, con el respaldo de la megaproducción de TV Azteca, el que le permitió a Mar, de 19 años, brillar de la manera en que lo hizo.

“Es una experiencia mucho más intensa de lo que se ve en la ‘tele’. Sabía que iba a ser ‘cool’, pero fue diez veces más de lo que se puede imaginar”.

Por ello, explica que a sabiendas de que en Ecuador no fue posible algo así, entregó todo en cada concierto.

“Estaba feliz porque sentía que cumplía mi sueño en un escenario tan increíble. Dejé de pensar que era una competencia para dar lo mejor de mí”.

El aprendizaje

Debido a todo lo vivido, reconoce que hubo un cambio en ella que va más allá de su imagen, algo que fue notorio de un programa a otro, con el pasar de las semanas.

“La transformación fue física y psicológica. Cambió mi aspecto porque cambió mi pensamiento. Ahora soy más segura, eso me ayuda a expresarme y me volvió lo que quise ser desde pequeña”.

Lo mejor, asegura, es que aprendió a tener fe en sí misma, pues siempre creyó  débil, más de lo que en realidad era.

“Ahora sé que soy fuerte, no como antes, cuando lo demostraba pero no lo sentía dentro de mí. Después de enfrentar las críticas estoy lista para lo que venga”, manifiesta.

¿Volverá?

Aunque piensa retornar al país, en sus planes no está quedarse.

“Estoy pensando mucho y viendo cómo hago para continuar mi carrera acá (en México). Quiero ir un ratito a agradecer el amor de mi país, extraño la comida, el bolón de verde; y de ahí regresar a México, sin olvidar que mis raíces están allá en Ecuador”, concluye.