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Farándula

César Latorre, Estibaliz Ardill, Fernando Vargas y Cristina Vera, la nueva generación del pasillo

Día de fiesta por el pasillo ecuatoriano

El día clásico de este género musical lo instituyó en 1993 el entonces presidente Sixto Durán Ballén, en homenaje al natalicio de Julio Jaramillo

El pasillo está de fiesta. Esta expresión cultural y artística ecuatoriana celebra hoy su día, en homenaje al nacimiento del célebre cantante guayaquileño Julio Jaramillo Laurido, principal exponente de este género popular.

La nueva generación

“Es poesía pura. Es todo sentimiento. Es la patria misma. Es el amor hecho canción”. De esta manera definen al pasillo Estibaliz Ardill, Cristina Vera, César Latorre y Fernando Vargas, talentos de la Escuela de la Música Nicasio Safadi, alumnos de los destacados artistas Fresia Saavedra, Naldo Campos e Hilda Murillo.

El gusto por el pasillo los tocó desde su niñez. Crecieron escuchando a sus padres y abuelos cantar y emocionarse con la música nacional.

Carrera prometedora

Fernando Vargas es de los primeros egresados de la Escuela de la Música Nicasio Safadi. Fue alumno del maestro Carlos Aurelio Rubira Infante, con quien llegó a formar el dúo Vargas-Rubira y grabar un disco.

“Mi abuelita fue amiga de Julio Jaramillo, por lo que crecí escuchando anécdotas de él. A los 15 años empecé a cantar en intercolegiales y conocí al maestro Rubira. Él me tomó bajo su tutela, me hizo ensayar y me llevó a la Escuela para prepararme en canto y requinto”, cuenta.

Al concluir sus estudios en 2009, comenzó su carrera profesional. Ha representado a la Escuela de la Música en eventos en México y Chile. Además ha actuado en la película ‘Mr. Juramento’ y en el musical de JJ, así como en varias series de televisión.

“Actualmente trabajo con Hilda Murillo en el programa ‘Íntimamente contigo’ y estoy grabando un disco a dúo con doña Fresia Saavedra. La maestra y el alumno”, comenta con emoción.

Considerado el último discípulo del maestro Rubira Infante, busca mantener su legado para que las nuevas generaciones conozcan y valoren la música ecuatoriana.

Mantener vivas nuestras raíces

Estibaliz Ardill, guayaquileña, tiene 22 años, es estudiante de canto del nivel intermedio. Asegura que el pasillo la conmueve de una manera distinta a otros géneros. 

“Significa mantener vivas mis raíces y ser una fuente de cultura para las nuevas generaciones, que no conocen de nuestro folclor”, expresa. 

Ella además estudia Arquitectura y forma parte del coro Cantahuarmi.

Necesita más difusión

Cristina Vera tiene solo 12 años y ya está en el nivel avanzado de canto. Comenta que aprendió a admirar a Julio Jaramillo al escuchar a su abuelito tocar guitarra y cantar sus pasillos.

 “Somos pocos los jóvenes que apreciamos nuestra música. En las radios y otros medios de comunicación se le debería dar más espacio para mantenerla vigente”, indica. 

Su gran sueño es convertirse en una cantautora y difundir la música ecuatoriana por el mundo.

Aprendizaje fructífero

César Latorre es guitarrista clásico, licenciado en Artes Musicales y Sonoras. Tiene 25 años y ha participado en festivales, conciertos y obras musicales, pero aun así sentía que le faltaba algo. 

“Como músico necesitaba aprender de los maestros del pasillo, la forma de interpretar, sus conocimientos, saber más de nuestra música”, explica.

Desde el año pasado estudia guitarra con Naldo Campos y considera que todo lo aprendido “ha sido muy fructífero”.