Hace poco con 35 libritas de más y ahora con 40 menos, la bailarina ecuatoriana Carla Sala, de 54 años, siempre se ha sentido hermosa y realizada. Para ella, el peso nunca fue impedimento para ser feliz.

Considerada una de las mujeres más guapas y sensuales de los años 80, Carla narra cómo pudo ingresar a la industria del entretenimiento cuando solo tenía 12 años, el proceso para ganarse el respeto de muchos y el cambio del concepto de belleza con el pasar del tiempo.

Comenzó a trabajar desde ‘peladita’. ¿Sintió que perdió alguna etapa de su infancia?

No necesariamente. Disfruté mi etapa como niña, quizás con un poco más de madurez que el resto, pues a los 12 años ya tenía que obligarme a tener actitudes responsables que justificaran mis actividades con castings, audiciones televisivas y de la danza.

¿En qué momento notó que podría ser parte del mundo del espectáculo?

Cuando hice mi primer trabajo con una productora internacional como modelo, de un comercial para televisión de la marca Kodak. Sentí que sería el inicio de algo que me apasionaba y que disfrutaría mucho.

En los años 80 la sociedad era más conservadora. ¿Sintió críticas cuando utilizaba trajes de baño siendo jovencita?

Creo que no ha cambiado mucho nuestra sociedad. Veo muchos jóvenes y considero que no tiene que ver con la ropa; la actitud del ser humano, la clase social, el sexo y otros aspectos hacen al ser humano. Dijeron muchas cosas en ese tiempo, pero siempre fui ajena a eso.

Era joven y puso a babear a muchos por su figura. ¿En alguna etapa de su vida pensó que se la estaba sexualizando?

Una etapa en la que, como bien dices, me sentía hermosa, llena de vida y salud. La gente me respetaba y me aceptaba como era y soy. Disfrutaba de mi belleza como debe disfrutar un joven. No sentí incomodidad nunca, pude competir en diversos eventos de belleza e internamente había mucho respeto y profesionalismo.

En la actualidad las jovencitas utilizan procesos estéticos para lucir mejor. En los años 80 y 90, época en la que más popularidad usted tuvo, no se hablaba mucho de eso. ¿Cómo hacía usted para lucir radiante?

Mi alta intensidad con los entrenamientos del baile y la danza me mantenían delgada. No me gusta mucho hacer comparaciones en la vida y tampoco con las demás personas. Pienso que si una mujer se va a sentir bella haciéndose cirugías, debería ser respetado. Cada cual se siente linda a su forma, ya sea con poco o mucho peso. El amor más bello está en el corazón.

Siempre se dijo que su belleza es natural. Quizá fue genética. ¿Se ejercitaba mucho?

Genética y mucho entrenamiento. El baile es una de las formas más efectivas de ejercitarse y quemar calorías.

Hace un par de años, muchos estaban pendientes de su cuerpo y la comparaban con veinteañeras. Incluso su hija salió en su defensa. Hoy ha perdido 40 libras...

Después de la pandemia no me ejercité como lo venía haciendo. Pude bajar de peso de forma natural desde lo físico y lo mental. Mi pareja, mi familia y amigos siempre me apoyan y sus consejos van en relación a lo más saludable. Aun así, fue una etapa que disfruté mucho y me sentí tan bella como siempre, incluso teniendo unas libras de más. Esa etapa estuve fuera del país por tres años, pero fue una experiencia linda. Como le decía, el peso no fue un impedimento para estar feliz. Ahora me alimento mejor, bailo y nado.

Se decía que estaba pensando en la manga gástrica.

Fue algo que se comentó, pero nunca fue real, ni siquiera estuve visitando un médico por esa opción. Viendo programas en Estados Unidos del famoso Younan Nowzarandan pude apreciar a pacientes con exceso de peso, cuya vida peligraba, y muchas veces eran rechazados para cirugía por él. Imagínese, le hablo de personas obesas mórbidas. Mi caso era de 35 libras de sobrepeso. La cirugía nunca fue una opción después de conversarlo en familia.

¿Cómo se siente (físicamente) con el paso del tiempo?

Me siento hermosa, como debe sentirse cada mujer. Me siento realizada y lista para hacer lo que me apasiona en TV y en la danza.

Luego de 30 años, ¿sigue considerándose sexy?

Sí, tan sexy y femenina como siempre. Lo más importante es saber transitar con seguridad y responsabilidad cada etapa de nuestras vidas.

De su vida personal muy poco se habla. Incluso usted demostró ser más discreta que Chayanne, pues él reveló la relación que tuvieron. ¿Por qué usted quiso guardar el secreto?

La relación con mi pareja es de nosotros, así la cuidamos hoy y siempre. Sobre relaciones pasadas, siento que no tiene sentido hablar, porque pasaron muchos años. Esa persona y yo no tuvimos más vínculo, porque ambas parejas formaron su propia familia (...) No quise guardar secretos, nadie anda ventilando la relación que tiene.

¿Se arrepintió de dejar ir ese amor?

No, porque tuvo su momento y se terminó. No me arrepiento, porque he tenido una vida repleta de amor vinculada a la familia que he formado y de la que estoy orgullosa, una etapa de amor y crecimiento en la que he aportado y también aprendido.

Admiradores nunca le faltaron, ¿pero le gustaban los piropos?

No me gustan las personas que sin conocerte se te acercan. Quien lo hizo con respeto también recibió mi respeto.

Se inició muy joven en este mundo. ¿Nunca le hicieron alguna propuesta indecente? ¿Qué hizo?

Nunca tuve una propuesta fea. Esa palabra no me gusta para una mujer, pero sé que es real que a cualquiera le ocurra. De mi parte, tuve interesados en mi persona, pero nunca una propuesta miserable. Considero que la vida es como un karma: lo que haces mal una vez, te salta en otro momento. Estoy en paz con mis decisiones.

Ahora estará con José Ernesto en España. El amor ha ocasionado que viva en varios países.

Sí, lo acompaño en sus actividades y disfrutamos estar juntos. Unas veces en Sudamérica, en Abu Dabhi, por estudios en España y Londres. Ahora por trabajo tocará viajar a España. Nos volveremos a ver acá como siempre. Las propuestas laborales en Ecuador me siguen llegando, se trata solo de organizarme y decidir en familia cuál será la nueva vivencia a elegir.

¿Cuál es el verdadero amor de Carla?

El amor de mi familia, el amor de José Ernesto, quien me apoya y siempre quiere verme linda y realizada.

Usted tiene un amor profundo por los animales, ¿quizá a eso se deben sus esfuerzos por ingresar a la política?

Tuve la propuesta de un partido para acompañarlos durante el tiempo que harían campaña. Mi función a través de un contrato laboral que firmé por seis meses era el de la protección animal. Fueron unos meses que disfruté mucho, pero nunca he necesitado vincularme a la política o una fundación para cuidar y luchar por los animales. Es un sentimiento que conservo desde pequeñita.

¿Cuál fue la etapa en el medio artístico que más recuerda?

‘Bailamanía’, ‘La Feria de la Alegría’, las producciones para novelas, el tiempo y la experiencia de la película ‘Siete lunas y siete serpientes’ en la que participé, los diferentes noticieros en los que estuve, los programas de presentación... todos tienen algo de magia y ninguno fue mejor que otro. Todos ayudaron a formarme y crecer artísticamente.

¿Qué tan difícil fue para usted ingresar a la TV?

Difícil por mi corta edad, porque no era común la contratación de chicos, porque tenía que tener el apoyo de mis padres sin dejar los estudios. Es tan difícil como para un deportista dividir su tiempo entre el deporte y la actividad académica.

¿Cómo hizo para no marearse con la ‘fama’?

No conozco esa palabra. Depende qué representa para cada ser humano. Mi mayor éxito ha sido disfrutar, hacer lo que me apasiona y el respeto de mis alumnos y televidentes.

Usted quería tener un programa de entrevistas con talentos de pantalla, ¿es cierto?

Alguna vez se comentó esa posibilidad, quizá más adelante. Si se da, lo disfrutaré mucho; de lo contrario, lo apreciaré desde el espacio como televidente, pues hay mucho talento en el país para hacerlo. Mientras haya posibilidad de trabajar, lo haré con el amor que me caracteriza. Cuando les toque a los más jóvenes, hay que apoyarlos.

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