Kelly y David Bustamante, los Bustabrothers, tienen más de 16 millones de seguidores en TikTok. La cifra es casi como la población del país. En su cuenta suben videos de música y comedia.

Nacidos en Quito, ella tiene 18 años y él, 13. Siempre quisieron triunfar en las plataformas digitales, pero su éxito empezó por casualidad. Cuentan a EXTRA cómo lo lograron y revelaron que son ‘hinchas’ de este Diario.

A Kelly le gusta el canto, el dibujo, la escultura y las artes marciales. Un día grabó un video con su hermano, que tuvo tal acogida en TikTok, que luego no dejó de subir contenido.

En pocas semanas, su cuenta llegó a los 100 mil seguidores y hoy -2 años más tarde- son millones. Su fórmula es ganadora: ser genuinos y divertidos. “David, con su cara chistosa, y yo, con las ganas de hacer videos, así empezó todo”, dice.

Todo cambió

El colegio de Kelly debía presentarse en un festival de coros en otra escuela de Quito. David la acompañó. De pronto, mientras estaban sentados, unas cinco niñas los saludaron de lejos. “Esas cinco se hicieron 10... luego era todo el colegio”, narra David.

En minutos, todo el mundo había perdido el interés en el programa musical y rodeaban a los hermanos para pedirles fotos y autógrafos. “En ese tiempo TikTok recién estaba saliendo y no todos entendían qué pasaba. Nos preguntaban por qué les siguen y nosotros: ‘Somos tiktokers’”, narra Kelly.

Los ñaños causaron furor en el lugar y debieron sacarlos escoltados.

A tiempo completo

Aunque al principio los padres de los Bustabrothers, Edith Sinche y Esthid Bustamante, tenían dudas con respecto a TikTok, hoy la plataforma se ha vuelto una empresa familiar, en la que todos colaboran y que les ha ido dejando ganancia.

Fruto del esfuerzo, los hermanos se compraron un auto. “Ninguno sabe manejar, pero bueno”, dice Kelly, quien es muy organizada con sus finanzas y tiene un fondo para estudios. Estudia Marketing y, este año, David empezó la secundaria. También es campeón nacional en una categoría de taekwondo.

La cuna del bullying

“Chupa la panza y péinate” son dos frases comunes a la hora de rodar los cortos de TikTok. La familia es exigente con el resultado. “Queremos que sean seguros de ellos mismos”, dice Edith. Mientras que su esposo agrega que “si soportan las críticas en casa podrán hacerle frente a las de afuera”. Sin embargo, en el hogar siempre prima el respeto.

Pese a que ambos son muy jóvenes, Kelly y David tienen los pies sobre el piso. Saben que su trabajo de tiktokers puede o no durar. “Son muy sensatos. Kelly es muy madura, habla con los directivos de las empresas para las publicidades. Luego lo discutimos en familia y tomamos decisiones”, describe la ‘Bustamother’. 

- Una empresa de galletas fue la primera en pagarles por una publicidad en TikTok.

- Kelly y David agradecen mucho a sus seguidores por el apoyo. Guardan cartas, pulseras y hasta una piedra que les dieron sus fans.

- La comunidad de ‘haters’ de los ñaños es bastante reducida. Cuando alguien los ataca, millones los defiende.

- Edith controla las redes de David, sobre todo porque existe gente ‘desubicada’ que lo contacta con otros fines.

- Lo primero que David se compró con su dinero fue un PlayStation. Kelly, en cambio, un celular y varias carteras.

- Quisieran jubilarse de las redes en un par de años, pero aún analizan esa posibilidad.

- Nunca le han negado una foto o un autógrafo a alguien.

- Su contenido es cien por ciento familiar. No tiene doble sentido.