El asambleísta Eckenner Recalde es el ‘amo’ de los stickers románticos y los mensajes cariñosos. En cualquier momento del día, el representante de la Izquierda Democrática le envía corazones, gatitos y frases de amor a su esposa.

Los textos picarones tampoco pueden faltar. “Le pongo: ‘¡Amaneciste muy bien hoy!’. O cositas así”, describe.

Recalde sabe que el teléfono móvil puede ser un ‘arma’ usada en su contra y suele ser cuidadoso con las conversaciones subidas de tono que comparte con su compañera de vida.

Él asegura ser un marido normal. Prepara el desayuno y hasta recoge a su pareja después de trabajo. “Yo soy el mismo de siempre. Esta responsabilidad de ser asambleísta no me ha cambiado. Tengo los mismos valores con los que me criaron mis padres”, agrega.

El parlamentario no es fan de las redes sociales y, aunque tiene cuenta de Twitter, Facebook e Instagram, es su equipo de trabajo quien maneja las plataformas. Siempre está pendiente de lo que le postean y, en una ocasión, hasta tuvo que ‘jalarle la oreja’ a una persona que había publicado algo con faltas de ortografía.

Todo su contenido está ligado a lo que hace dentro de la Asamblea, pero en sus estados de WhatsApp pone frases con las que agradece a Dios por la vida y la familia.

Unidos como un puño

El legislador Juan Flores está solterito. En su teléfono celular no existen más que chats de trabajo, con amigos y con la familia. La visita del perro de su tía al spa o la foto que compartió algún allegado de Flores -en la que lo han convertido en una caricatura- en un medio local que hace sátira política, le arrancó una carcajada. “Yo siento que la risa es la mejor forma de llevar la política… Uno debe ser el mismo en la vida real que en sus redes sociales. Si no se genera un malestar”, menciona.

El representante de la bancada de CREO es muy apegado a su familia. Los cinco integrantes del hogar (padre, madre y tres hijos) vivieron en Venezuela por 26 años y siempre han estado juntos. “Unidos como un puño”, explica.

Aunque su acento de ‘chamo’ le ha causado problemas, él enfatiza en que no se puede ser “hipócrita” y que de un país con tantos migrantes como Ecuador, no se debería “sacar a patadas” a los extranjeros que buscan un futuro mejor. Entiende que es la crisis la que ha potenciado la xenofobia, pero cree que existen oportunidades para todos.

En sus redes, aún está en contacto con sus panas venezolanos y hasta cuenta cómo le fue en sus citas por Tinder cuando vivía allá. “Todos hemos tenido esa red en algún momento… sí soy coqueto, pero siempre en el marco del respeto”, confiesa.

La reina de los reels

Para la asambleísta Nathalie Arias, no existe mejor plataforma para evidenciar el trabajo y enseñar un poco de pedagogía política que las redes sociales. A ella le encanta estar cerca de la gente y mostrar que sus funciones en la Asamblea pueden evidenciarse de forma más dinámica.

La parlamentaria por CREO explica que poco a poco ha ido creciendo su imagen en el mundo digital. En su cuenta de Instagram alcanza los tres mil seguidores. También tiene una cuenta de TikTok. En ambas sube cortos divertidos y comparte lo que hace en su día a día, fotos de su familia, de sus panas, de sus viajes y hasta un par de tomas en terno de baño. Pero, sobre todo, imágenes de los platillos que se ‘pega’ en las huecas del país. Nathalie es una aficionada del café y encontró un negocio cerca del Palacio Legislativo, en donde aprovecha para desayunar. Tomarse una foto con la caserita del restaurante es parte de la rutina.