La década de los 80 y 90, la voz de Patricio Díaz era la que mandaba en las transmisiones deportivas. Era el narrador que, casi por religión, se los escuchaba todos los domingos desde el estadio Atahualpa. Su voz se hizo familiar para los que gustaban del fútbol.

Es que desde las 08:30 hasta las 15:00 estaba en el aire. ¿Tantas horas? Sí, en los 80 y 90 se jugaba la famosa tripleta en el estadio Atahualpa de Quito; la transmisión arrancaba temprano, pero los partidos se los jugaba a las 09:00, 11:00 y 13:00, no había redes sociales y todo era por señal abierta de televisión.

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Con los tres partidos, fue el Pato Díaz quien se hizo conocido. Y hay un detalle, nunca se lo ligó a un equipo, tenía el mismo timbre de gol en los gritos sin importar de qué elenco era.

Cuando se le preguntaba sobre a qué equipo le daba el corazón, siempre decía que su vida era el relato. Y era real. Ningún hincha le cuestionó de dónde era, aunque muchos creían que los goles de El Nacional eran sus favoritos, pero todo dependía de qué fanático le expresaba.

Para los barcelonistas hay un gol que se ha quedado en la mente, eso fue en diciembre del 2000 y fue así la narración de Díaz: “Pase de Asencio, gol, gol, gol de goles, gooool de Barcelona, gol de Barcelona, goool canario, 43 minutos, gol de Barcelona cuando todo parecía que Barcelona empataba este cotejo, el reloj marcaba 43 minutos una entrada fulgurante de Asencio y para poner el banquete que Gómez se lo sirvió. Barcelona todavía vive”.

Lo narró con el alma. Aquel día el Ídolo salvó la categoría y Liga de Quito descendía a la Serie B.

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