La noche ha llegado a Doha, Catar, y mucho se ha hablado de tomar alcohol en este país, donde se disputa el Mundial de Fútbol y que tiene la religión islámica (sharía), por la cual la venta de licor no es permitida.

Acá es pecado eso que se hace en Ecuador de tomar cerveza en la calle, en las veredas o en ‘gajo’ después del ‘peloteo’. Si lo hace, puede ir preso y hasta pagar multa; aunque es una leyenda urbana eso de que si a usted lo encuentran ‘chupando’ en la calle lo azotarán en público.

Ah, eso sí, ni se le ocurra libar en el parque, o peor hacer ‘lámpara’ en las calles mostrando las botellas de trago para sacar ‘pica’. Eso le puede salir muy caro y puede hasta pagar un buen chuchaqui en ‘cana’.

Los cataríes que desean ‘irse de tragos’ tienen que sacar un permiso especial, no es que si les da la gana pueden ponerse a beber. Es decir, si van a pecar tomando, les cuesta buen dinero. ¿Y por qué no toman? Su religión prohíbe el alcohol, porque dicen que es un intoxicante, y el Corán, que para ellos es su Biblia, dice que eso es malo. Mientras que los extranjeros sí pueden beber, pero en lugares especiales.

Hay varios lugares, aunque no muchos. El de moda en el Mundial es el Infinity Rooftop Lounge, ubicado en el piso 20 de un edificio a una cuadra del famoso Souq Waqif. Un guardia de Omán nos atiende. El tipo piensa que llevamos ‘full’ dinero y nos encamina al ascensor. Hay tanto hermetismo que a uno le queda la sensación de estar haciendo algo malo. El letrero del Infinity casi no se ve. Es como esos sitios a donde uno va ‘en voz baja’. En realidad, los árabes tienen estos lugares para que los turistas no se vayan aburridos.

Es medianoche, hay una sola chica que habla español y nos da la bienvenida. La luz tenue pone más intriga. En segundos estamos en el centro de Infinity. Allí no cobran la entrada. La música suena suavecito. Acá nada de ‘jefe, suba el volumen”. Eso sería una ‘cholada’ imperdonable.

El bar es inmenso. Hay árabes, belgas que parece que han tomado demasiado y piden hasta autógrafos, también españoles, pero los más notorios son los mexicanos y argentinos, quienes están con sus camisetas. Aquí nadie le lleva al cliente el trago hasta donde está. Uno mismo debe acercarse y pedirlo, en vaso o en unas mega copas.

Y aquí viene el dolor. Una cerveza de esas que en Ecuador cuesta $ 1,25, acá vale $ 15. Sí, como lo lee: de 48 a 50 reales cataríes. Es decir que si uno va ‘como bueno’ a tomarse una jaba, tendrá que gastarse unos $ 180. Con esos precios, de seguro hasta al más bielero se le quitan las ganas de ‘pegarse unas heladas’. El lugar es tranquilo, la gente conversa. Sí hay mujeres aquí, pero solo en el bar.

Como ‘bacanes’, pedimos un trago caro. Y se viene un Grey Goose, un vodka que en Ecuador se puede encontrar en menos de $ 20, pero acá el precio es para el desmayo: en Infinity tiene un valor de $ 500, que son 1.700 reales cataríes. Ese es el trago más caro que hay. El trago se puede vender en sitios especiales, no en todas partes. ¡Pero nada de hacerse ‘trapo’! Aquí se toma con moderación, porque donde la policía lo encuentre ‘medio pluto’ también lo puede multar.

Gabriel es mexicano y se siente como loco en Infinity. “Esto es un desmadre, una cerveza a 15 dólares. Con eso me tomo unas 13 chelas en mi país. Así uno se modera en tomar, pero creo que es bueno, para no meter alcohol en el cuerpo”. 

Damián es un argentino que entró, pero dice que $ 15 es demasiado dinero. Su amigo Matías lleva dos cervezas en las cuatro horas y no lo puede creer. “Debemos de valorar lo que tenemos. ¡Cómo vas a gastarte lo que te ganas en un día en una cerveza! ¡Están todos locos, así no se puede!”, expresa el argentino entre bromas y algo enojado.

¿Ecuatorianos aquí? Estos no son ‘giles’ y los pocos que han subido lo han hecho solo para conocer, experimentar el sentirse como un jeque ‘chupando’ una ‘biela’ de 15 dólares y chao. En ‘caleta’ sale más barato, así que en Ecuador se desquitarán, aseguran compatriotas como Josué León y Andrés Reyes, quienes subieron, vieron los precios y ‘de una’ se dieron ‘chapeta’.

Cómo te extrañan, caña manaba

El alcohol es un tema delicado para los cataríes y ya cedieron demasiado con la venta en lugares abiertos como los Fan Fest. Los ecuatorianos que quisieron venir a embriagarse se quedaron con las ganas, porque los precios son una cosa de locos.

EXTRA estuvo en el Fan Fest, donde el manabita Boris Cano dijo que compró “la cerveza más cara del mundo, pagué 30 dólares por dos. Me guardo esta factura como recuerdo”.

Cano es un migrante que vive en Estados Unidos y dice que la ‘venganza’ de los hinchas con la cerveza será en el 2026, cuando compren a precio de risa el trago en Estados Unidos. “En Catar, nada de que yo pongo las cervezas, eso nunca. ¿Te imaginas con unos 10 panas tomarse unas 100 botellas? Sería la ‘chupa’ más cara, unos 1.500 dólares. Era de haberse traído unas cuantas cañas manabitas para vacilar. Serían el éxito aquí”.

En lugares abiertos está prohibido vender cerveza. Es por eso que todos toman agua, que solo cuesta $ 0,30.

Cano es un migrante que vive en Estados Unidos y dice que la ‘venganza’ de los hinchas con la cerveza será en el 2026, cuando compren a precio de risa el trago en Estados Unidos. “En Catar, nada de que yo pongo las cervezas, eso nunca. ¿Te imaginas con unos 10 panas tomarse unas 100 botellas? Sería la ‘chupa’ más cara, unos 1.500 dólares. Era de haberse traído unas cuantas cañas manabitas para vacilar. Serían el éxito aquí”.

En lugares abiertos está prohibido vender cerveza. Es por eso que todos toman agua, que solo cuesta $ 0,30.

El shawarma en lugar del encebollado, para el chuchaqui

Aliviar los malestares del chuchaqui no es tan caro, aunque por supuesto que se extraña un rico encebollado con chifle.

Lo bueno de los árabes es que acá los precios de la comida preparada nunca varían. EXTRA estuvo hace seis meses en Doha y los valores se mantienen.

Los costos varían según el lugar, pero los precios no son excesivos. En el centro de Doha un buen shawarma puede costar $ 5, pero son bien grandes. En barrios más apartados se encuentran a $ 1,20, un poco más pequeños apenas.

Los pollos en Catar no son mega gordos como en Ecuador. A decir verdad, de un pollo asado ecuatoriano salen unos tres cataríes. Estos cuestan $ 7.

Esta carne de ave se usa mucho en la comida catarí. En un lugar que se puede considerar de clase media, un pollo asado bien puesto tiene un valor de $ 12. Y viene con una especie de tortilla como acompañante.

Se puede comer bien con unos 7 dolaritos.