En una cancha adaptada en el estadio de la Federación de Ligas de Quito se disputó la final de indor fútbol entre Atlético Sodiro de Cotocollao y Los Zurdos de la Ferroviaria. El emocionante partido se vio manchado por un error arbitral que dejó con un hombre menos al cuadro blanquiazul, que, aunque luchó, no pudo ante el buen fútbol de los de la ‘Ferro’, del sur de la capital.

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Había sido un primer tiempo muy apretado con un 2-1 que dejaba el partido abierto para después del descanso. El árbitro Ricardo Benavides ya fue muy cuestionado por sus intervenciones en esa primera parte, protagonizando varios roces y cruces de palabras con los jugadores y también con los entrenadores, que desde la banca le reclamaban.

La peor parte llegó en el segundo tiempo, cuando Sodiro, que perdía, salió decidido al ataque e impuso un intenso ritmo que ocasionó el ida y vuelta en los ataques. En una acción, en el afán de reanudar pronto el juego, Luis Picuasi interceptó una pelota con las manos cuando había salido. Quería ejecutar con rapidez el lateral, pero el árbitro, confundiendo la raya final tizada con el límite de la cancha, creyó que la acción se dio dentro del campo, por lo que le sacó su segunda tarjeta amarilla y lo expulsó. Un error garrafal.

En un instante, el ‘pito’ tenía a todo el equipo rodeándole entre gritos y amenazas. Le pedían que consulte al vocal asignado, que se permita asistencia de video con las imágenes de una transmisión digital, que no proceda en su error. Un miembro del cuerpo técnico de Sodiro le gritaba, fúrico: “No te hagas faltar el respeto”.

El juez, visiblemente nervioso, charló unos segundos con el delegado de la Federación de Ligas, informándole que la decisión estaba tomada y desde el banquillo de Sodiro tuvieron que llamar a la calma para poder continuar, aunque algunas voces proponían que el juego debía suspenderse ante semejante falla arbitral.

Pero el partido se reanudó y los de Cotocollao resistieron de gran manera, con Iván Encarnación convirtiéndose en figura al atajar al menos cinco remates claros, aunque era cuestión de tiempo para que caigan los goles de Los Zurdos, pues llegaban con mucha claridad y, de paso, Sodiro quedaba muy expuesto atrás.

En una contra, Édison Villamar robó la pelota en su campo y se escapó por la izquierda para, en una carrera, llegar al área rival y concretar con un remate cruzado que dejó ver la calidad de su pierna izquierda. Y sería él mismo quien vuelva a sacar su zurda para el cuarto tanto, cuando recibió una pelota al pie tras un lateral y, cambiando de pierna, mandó un remate ubicado a la esquina inferior.

La victoria se había gestado, aunque cerca del final, Isaac Maldonado descontó y el cotejo acabó 4-2. “Se equivocó de forma garrafal el árbitro y eso nos perjudicó totalmente, hicimos lo que pudimos, pero lastimosamente no alcanzó”, lamentó al final el golero Encarnación.

Mientras tanto, Los Zurdos festejaron un triunfo más para su barrio, en donde, dicen, está el mejor fútbol de Quito. “Se juega muy bien en La Ferroviaria, creería que en todo el sur de la ciudad es muy duro. Es una gran alegría, lo luchamos y solo queda festejar”, valoró el entrenador Michael Villamar.

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