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La emoción les ganó a varias aficionadas al conocer al mundialista Hernán Galíndez. Se llevaron abrazos, autógrafos y fotos.GUSTAVO GUAMÁN / EXTRA

Hernán Galíndez es el más querido

El arquero mundialista no se cansó de firmar cientos de autógrafos y posar para las fotos. El grito “Te amo, Galíndez” fue tendencia entre las fanáticas.

La entrega por la Tricolor y el fervor con el que cantó el himno nacional en el Mundial convirtieron a Hernán Galíndez, argentino naturalizado ecuatoriano, en uno de los favoritos de los hinchas.

Esto se reflejó en una firma de autógrafos que tuvo el golero en el Paseo San Francisco, al nororiente de la capital. Tres horas antes del arribo del futbolista, los aficionados empezaron a llegar al centro comercial. En poco tiempo la fila fue creciendo.

Emocionados, los fanáticos aplaudieron a la llegada de Galíndez, quien se sorprendió al ver a tanta gente. En agradecimiento a las muestras de cariño no paró de estampar su rúbrica, posar para las fotos y tener pequeños diálogos con los hinchas por cerca de dos horas.

“Nunca había firmado tantos autógrafos”, comentó entre risas el arquero, que puso su marca en camisetas de la Tri y de Aucas, balones, gorras, zapatos, guantes, cromos y fotos con su imagen y hasta en bebidas. Todo objeto era válido para llevarse un recuerdo.

Los gritos de “Galíndez, eres el mejor”, de parte de los hinchas, en especial los más jóvenes, y de “Te amo, Galíndez”, de las aficionadas, fueron la constante durante el encuentro.

GRAN EMOCIÓN

Una hincha del arquero le pidió que le firme el brazo para poder realizarse un tatuaje.GUSTAVO GUAMÁN / EXTRA

Sofía Pasquel no logró controlar las lágrimas al estar junto al arquero tricolor. “Me siento muy feliz al conocerlo. Es un sueño cumplido. Le di las gracias por defender a Ecuador”, contó. 

No fue la única. Varias seguidoras también se pusieron a llorar o nerviosas al conocer al golero. También hubo una chica que sorprendió al mundialista al pedirle que firme su brazo, ya que quería inmortalizarlo mediante un tatuaje.

Ariel Fernández aprovechó para tener la rúbrica en sus guantes con los que ganó un torneo empresarial. “Hoy se jubilan. Voy a enmarcarlos para tenerlos en mi cuarto como recuerdo”, aseguró.

Daniel Retiquí, en cambio, llevó fotos que tiene con el arquero, a las que calificó como un “tesoro”, y que ahora ganaron mayor valor con la firma de Galíndez.