¿Quién te puede conocer mejor en tu vida? Hay dos personas: tus padres o tu ex. Y eso es lo que pasa en el partido de Ecuador ante Paraguay.

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El entrenador de los rojos y blancos es Gustavo Alfaro. No solo tiene una labia que hace que se lo quiera, también es el padre futbolístico de jugadores que fueron llamados por Sebastián Baccacece, como: Moisés Ramírez, Piero Hincapié, Xavier Arreaga, William Pacho, Félix Torres, Joel Ordóñez, Jhoanner Chávez, Angelo Preciado, Alan Minda, Moisés Caicedo, Alan Franco, Pedro Vite, Jeremy Sarmiento, Gonzalo Plata y Kevin Rodríguez.

Lo que hizo Alfaro con todos ellos tiene su mérito: él los llamó y los convenció de que eran los mejores del mundo. Como dicen los jóvenes, ellos ‘le copiaron’ y ahora son estrellas que juegan en el extranjero.

Alfaro conoce todo sobre la Tricolor; ese es el peor ‘enemigo’ el 10 de octubre del 2024. Sabe cómo se paran en la cancha, cómo juegan, sus debilidades y hasta cuando están listos para tratar de sorprender con otras variantes.

Alfaro fue capaz de sacar de la nada y poner de titular a Hincapié, lo que representa una tremenda responsabilidad en la zona de mayor peligro de la cancha.

Le dio el medio campo a Caicedo para que hiciera lo que quisiera. Lo mismo pasó con Gonzalo Plata, a quien convirtió en figura, y a los que estaban les ‘comió el cerebro’, llevándolos a clasificar a Ecuador a Catar 2022.

El peor rival de Ecuador es el ex: sí, el exentrenador, que conoce demasiado a nuestros jugadores.

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