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El exentrenador de las menores de Independiente del Valle, Luis Medina, viene trabajando en este sector céntrico de Durán.Gerardo Menoscal

Durán: Cuando el balón hace otra historia

Luis Chocolate Medina tiene una escuela de fútbol en Durán, aquí se cuentan otras historias

Durán es noticia todos los días. La violencia está en sus calles y muchos han decidido abandonar la segunda ciudad del Guayas. Sin embargo, en medio de la crisis de inseguridad, el fútbol sigue siendo una fuente de esperanza. Es jueves y nos dirigimos a Durán. La fama del lugar hace que el conductor pregunte dos veces: “¿A Durán?”.

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Al llegar al complejo deportivo La Ferroviaria, en el centro de la ciudad, una cancha sintética demuestra ser muy utilizada. En el fondo se encuentra el cerro Las Cabras, un lugar muy famoso por varios motivos, no siempre buenos.

Son historias de vida para el futuro

Muchos sueños se comienzan a fabricar en la cancha del complejo de la Ferroviaria de Durán.Gerardo Menoscal

Ya en la cancha, a un costado está Luis ‘Chocolate’ Medina, exjugador de fútbol profesional y quien estuvo varios años en Independiente del Valle. Él tiene la misión de formar jugadores en su escuela Chocolate Medina. Ha estado involucrado en el desarrollo de Gonzalo Plata y ha descubierto a talentos como Jordy Caicedo, David Bautista, Joel Ordóñez, entre otros.

Cuando el fútbol mantiene ocupados a los chicos

Todos los niños están correctamente uniformados. Junto a Medina trabajan los entrenadores Carlos Quiñónez, Eduardo Medina, Jairo Reyes y Johan Florencia. Las categorías van de 7 y 16 años y provienen de Durán y El Recreo.

Varios padres de familia están alrededor. Carlita dice que manda a su hijo por dos razones: porque quiere que sea jugador y para mantenerlo alejado de las malas influencias.

Medina comenta que desde 2016 trabaja en esta cancha con una misión clara: formar jugadores. Desde los años 90 siempre ha estado involucrado en el fútbol. Sobre el tema de la seguridad, agradece a Dios que “en esta cancha nunca ha pasado nada durante los entrenamientos”.

Afirma que tiene chicos de todas partes de Durán y ve en ellos las ganas de salir adelante y convertirse en jugadores de fútbol. “Hay chicos de todos los sitios, de Los Algarrobos y de Los Helechos. Mi única misión es pulir a los chicos para que sean tomados en cuenta”, expresa Medina. También hay varias chicas que forman parte de la escuela.

Los entrenadores: Carlos Quiñónez, Jairo Reyes, Luis ‘Chocolate’ Medina, Eduardo Medina y Johan Florencia en la cancha de la Ferroviaria.Gerardo Menoscal

La última camada de jugadores juveniles de Durán cuenta con 7 chicos que están en Técnico Universitario. Los entrenadores Quiñónez y Florencia dicen que hay mucho talento y ven esta labor como una vía para descubrir jugadores.

Medina recuerda con emoción cuando trabajó con Gonzalo Plata y Jordy Caicedo. Dice que los chicos actuales tienen las mismas vibraciones y ganas de sobresalir, mientras ve a sus muchachos entrenar con el cerro Las Cabras al fondo, un lugar de muchas historias.

Con todas las ganas para ser jugadores

Justin Lastra tiene la pinta de jugador. Dice que siempre le gusta dar “chocolate” en la cancha. Admirador de Gonzalo Plata y Piero Hincapié, tiene fe en que pronto estará en un equipo grande.

Matheus Caicedo juega en todas las posiciones y no le importa ser delantero o defensa; admira a Gonzalo Plata y dice que los entrenamientos son buenos, y que los más felices son sus familiares. Mientras que Justin Morales viene de El Recreo hasta el centro de Durán para entrenar, todo por cumplir su sueño de ser futbolista.

Son más de 100 historias que tienen que ver con la pelota. Chocolate Medina confiesa que cada mes vienen buscadores de talentos de equipos como Liga de Quito e Independiente del Valle a ver a los ‘pelados’.

Siempre está nutriendo de jugadores a varios equipos. Su sueño es que muchos de estos chicos sigan los pasos de Jordy Caicedo y Joel Ordóñez, a quienes dirigía cuando eran pequeños.

El entrenador sabe que aquí la misión es doble: no solo buscar talentos futbolísticos, sino también realizar un trabajo social para alejar a los jóvenes de las calles.

El entrenamiento continúa. Las noticias de violencia en Durán se siguen produciendo, pero estos chicos persiguen un balón para que, con el tiempo, se diga: “Salió de Durán”.

Al fondo, el famoso sector del cerro Las Cabras es testigo mudo de lo que puede lograr el fútbol en Durán. Mientras tanto, Medina divide sus días entre dirigir en la ciudad Ferroviaria y en Guayaquil, donde también tiene la escuela en el Batallón del Suburbio. ¡Que el balón siga haciendo milagros!

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