El 17 de octubre del 2022 fue la última vez que Dixon Arroyo jugó en Quito, defendía la camiseta de Emelec y jugaba contra Católica. El ahora volante amarillo regresa a Quito el 9 de marzo del 2024 a jugar con el equipo que estuvo en los años 2015 al 2017, el Independiente del Valle.

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El exjugador del Inter Miami habla de su vida en el mundo amarillo. El excompañero de Lionel Messi siempre está con una sonrisa, es como si la tuviera dibujada. Es más, la entrevista comienza riendo. Y se ha ganado el apodo de Risita Arroyo.

¿Dixon siempre con una sonrisa?

Es que estoy feliz de estar acá, y aprovechar la oportunidad que me ha dado la vida de estar en este equipo tan grande.

¿Debe tener mareado a su padre (Dixon también fue jugador) con los colores de las camisetas de su carrera?

Él es uno de los más felices que esté acá y a decir la verdad, es el que más disfruta de mi carrera con las camisetas y junto a mi madre. Mi papá puso su gran aporte para que yo esté en el mundo del fútbol.

¿Las camisetas de su padre son XXL hay que mandarlas a confeccionar, cómo hizo con la del Inter Miami?

(Risas) Ya le dije que tiene que bajar de peso, para no estar mandando a hacer. Tiene que hacer caso, porque después van a terminar todas las camisetas con mi madre. Es un gran padre, su pasión por el fútbol me ha servido de mucho, por sus consejos.

La camiseta del Deportivo Quito, su padre la tiene muy bien guardada...

Hay un afecto especial, le tengo mucho aprecio y cariño, lo llevo en el corazón. Fue donde debuté, fui campeón nacional. Y fue lindo poder verlo en la Noche Amarilla.

De las cosas que le ha pedido la hinchada, ¿ cuál es la más loca?

Sabes, son sueños compartidos, siempre piden cosas grandes, porque es un equipo grande. Ahora estoy en el más grande del país, es un equipo que genera demasiadas sensaciones y cosas lindas. Espero que sea un gran año. Hemos comenzado bien, hay que seguir así.

¿Qué queda del Dixon Arroyo de Liga de Loja, el peladito que se abría paso en el fútbol?

Agradecido y contento de haber pasado por ese equipo, me ayudó a madurar al máximo, era muy joven cuando fui parte de ellos, pero al final eso sirve de mucho.

¿Algún día le contará a sus nietos que jugó con Lionel Messi?

Son sueños y experiencias que se vivieron, pero pasan los días y te das cuenta de que jugaste con el mejor del mundo. Eso hay que disfrutarlo, guardarlo y luego contarle a los hijos, nietos, a todos los amigos, puedo decir que fue una bendición de Dios todo lo que pasó.

Jugar con Messi, es algo que ni pagando se puede conseguir.

Es algo que solo Dios te lo podía dar, y me siento feliz de todo lo que se vivió.

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