Cuando en el EXTRA leí que mi marido iba a ganar 7.500 dólares no lo creía, un mes antes había cobrado los $ 620 de su sueldo anterior, pero como llegaba a un equipo grande, todos decían que era el que mejor pagaba. La verdad no creía que le pagarían tanto, era mucha plata.

Cuando llegó a casa lo abracé con toda el alma, y no es que sea una interesada, antes era feliz con la camiseta roja y blanco que me daba y el dinero para la comida.

Le dije: “amor, son 7.500 que vamos a recibir, ahora sí compraremos todo lo que nos hace falta”, pero recibí una respuesta que por poco nos cuesta el matrimonio.

Mi marido dijo que eso andan diciendo que iba a ganar, pero la verdad de todo es que su sueldo será de $ 3.300, cinco veces más de lo que ganaba en su equipo anterior.

La verdad no lo creí, la cabeza se me hizo un infierno, pensé que el resto del dinero era para su ex.

Mi esposo es un tipo humilde, tranquilo, el día de pago que eran los 20 de cada mes me llevó hasta la oficina administrativa, le iban a cancelar el primer gran sueldo. Estaba a un lado de él y se dio lo que nunca había sabido, le dieron $ 3.000, pero le hicieron firmar dos papeles, uno en blanco por el mes de enero y otro por $ 300 de los descuentos e impuestos.

No entendía nada, me daba cuenta que mi ‘Gordo’ no tenía nada de culpa en eso.

Salimos de ahí. Nunca había tenido tanto dinero y aunque en realidad había escuchado que ganaría $ 7.500, él me explicó que estaba bien el sueldo, pero le dijeron que iban a hacerlo pasar por más dinero, que eso nunca lo vería, porque era parte de la ‘tajada’ de cada mes de quien lo trajo y contrató.

Eran otros tiempos...