Deportivo Quito sueña con regresar a la primera categoría de la mano de Carlos Castro, quien en poco tiempo logró formar un equipo sólido que espera dar el primer paso hacia las semifinales del torneo de ascenso nacional el domingo 17 de noviembre, cuando desde las 12:00 reciba a Liga de Portoviejo en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.

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El Soldadito llegó de urgencia a los chullas cuando fueron notificados que podrían participar de la fase nacional en lugar de dos equipos de Pichincha que fueron eliminados por no tener sus papeles en orden.

Castro se puso a trabajar a contrarreloj y en menos de una semana tuvo un plantel listo para ir en busca del gran anhelo azulgrana. “La clave ha sido de la unión entre jugadores, cuerpo técnico y directiva. Contrarreloj se encontró las piezas idóneas para armar el equipo. De ahí ha sido aprovechar cada día al máximo, tenemos claro que estas oportunidades pasan una vez en la vida y hay que aprovecharlas”, afirmó el DT.

Resaltó que ahora como ‘general’ en el banquillo transmite la experiencia que ganó como jugador en equipos como Aucas, El Nacional o Barcelona y de la Tricolor, pero que “está complementada con la parte académica para llegar a poder ser entrenador”.

Una familia con el corazón azulgrana

Para Castro es especial ser el entrenador del Deportivo Quito, club donde también militó su padre, y en el que ahora dirige a su hermano Michel y a su hijo Sebastián. “Es una alegría poder compartir con mi hermano Michel y mi hijo Sebastián como jugadores, profesionales al cien por ciento que me ayudan mucho en el día a día. Desde el cielo, mi padre, que jugó en esta gran institución, debe estar contento por ver a sus hijos y a su nieto defendiendo al Deportivo Quito”, confesó el timonel.

Agradeció también el masivo apoyo que han tenido de parte de los hinchas de la AKD y que esperan se repita hoy en el estadio Gonzalo Pozo. “No hay nada más bonito que jugar con un estadio lleno, eso motiva. Tener el aliento de nuestra gran hinchada es muy importante”, destacó.

El estratega nacional también se refirió a las denuncias de amaño y a las amenazas que rodean el torneo de la segunda categoría. “El diálogo con los jugadores es muy importante. Le hablo con sinceridad, les pido que sean comprometidos con su equipo. Que no se dañen su carrera por una tentación. Cuando uno va por el camino del bien se puede conseguir mejores cosas, se les abrirán puertas”, dijo.

Castro apunta a sacar una buena ventaja como local, ante un rival al que calificó como difícil, para en Portoviejo, subir un escalón más hacia la primera categoría.

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