Las lágrimas de Bryan de Jesús, tras marcar su primer gol con Liga de Quito, son el reflejo del duro camino que recorrió para volver a festejar una conquista. El delantero, de 27 años, estuvo a punto de dejar el fútbol por falta de oportunidades, pero su familia lo motivó para que siga en la que es su pasión que lo llevó a jugar en México y Hungría.

Primero buscó regresar a la que considera su casa, El Nacional, donde se formó y tuvo sus mejores temporada. La crisis económica que viven los Puros Criollos hizo que no pueda quedarse en el plantel pese a tener la aprobación del técnico Ever Hugo Almeida.

Después fue al Cumbayá, donde un juego amistoso ante los albos le sirvió de vitrina para llegar a la U. Antes del partido ante Delfín, donde se estrenó como goleador albo, solo había sumado 10 minutos en dos partidos.

GRAN SEQUÍA

El último grito de gol de Bryan de Jesús se dio el 10 de agosto de 2019, cuando marcó un doblete en el triunfo de Mushuc Runa sobre Independiente del Valle. Tras quitarse la ‘sal’, el ariete señaló que Carlos Gruezo, asistente técnico de Luis Zubeldía, le dijo que “vas a entrar y marcar un gol por tu viejo”.

La dedicatoria fue para su padre, quien se encuentra delicado de salud. “Nadie sabe lo que estoy pasando. Por eso fueron mis lágrimas. Espero que mi papá se recupere pronto”, confesó Bryan, quien tiene como hobby a la música y tiene varias canciones escritas de salsa fusionada con género urbano.

El artillero agregó que espera ganarse la confianza de Zubeldía y “seguir sumando varios minutos”.

Por su parte el entrenador albo dijo sobre De Jesús que “es muy receptivo con lo que se le pide, aún le falta ponerse bien en lo físico. Destaco sus ganas, fue un gran aporte en los minutos que estuvo en cancha”.