El poder del deporte como herramienta para el desarrollo se refleja en la Fundación Mujeres cicloayuda, que tras siete años de ardua actividad cumplió una de sus grandes metas: tener su equipo profesional.

Ana Isabel Idrovo apostó por transmitir los conocimientos aprendidos en el ciclismo y motivar a que más mujeres ingresen en esta disciplina.  “Nos encontramos con mujeres con sedentarismo, depresión, ansiedad y la bici les dio esa fuerza, ese empoderamiento que necesitaban”, afirmó.

Poco a poco fueron creciendo y actualmente cuenta con por lo menos 100 deportistas en cada una de las ciudades donde salen a las calles y carreteras para sentirse “libres y empoderadas”.

Quienes se unen al grupo, después devuelven su experiencia en las escuelas gratuitas de ciclismo para niños vulnerables que tienen en nueve localidades del país. Además, realizan lo que llaman como biciterapia de empoderamiento a mujeres que sufren violencia, para lo que visitan casas de acogida.

“Nos dimos cuenta que la bicicleta estaba cambiando a las mujeres, a niños, a la sociedad en general”, resalta la líder de esta iniciativa.

Estefany Ulloa, quien lleva cuatro años en la fundación, confesó que “poder transmitir lo que aprendí de ciclismo es especial, pero esto va más allá. El motivar a otras mujeres me inspira”, señaló. Agregó que han ido derribando barreras y que cada vez más mujeres buscan ser parte de este grupo.

“Al practicar ciclismo, las mujeres demostramos que tenemos la misma fuerza y capacidad de los hombres”, manifestó Ulloa. Recuerda su visita a una casa de acogida en Latacunga “donde salimos llorando de parta y parte. Nos dejamos huella”.

ES SU HERRAMIENTA

Cristina Argoti también forma parte de la agrupación. Su pasión por el ciclismo inició al quedarse sin trabajo y emprender para entregar productos y encargos en su ‘bici’. “Me decían que es peligroso, que es muy duro. Demostré que todo es posible. Además, puede dar más trabajo a otras mujeres”, contó.

Esto le ayudó para tener fortaleza para sus retos en las pruebas de ruta, donde espera conseguir éxitos y seguir inspirando a más mujeres.

UN SUEÑO CUMPLIDO

Para 2023, Idrovo y las integrantes de la fundación empezaron a revisar perfiles para que formen parte del equipo profesional MEB LIV-Toscana. “Las especialidades que tenemos son enduro, cross country, bicicross y ruta. Son 15 integrantes del equipo que tendrán competencias a nivel nacional e internacional”, detalló Idrovo.

Una de las elegidas es Isabel Arguello, de 15 años, quien está emocionada con este nuevo reto. “Vi la convocatoria en redes sociales y envié mi curriculum. Me sentí muy feliz al ver que estaba entre las elegidas, de poder tener apoyo para las competencias”, afirmó.  

Idrovo destacó que más allá de buscar triunfos en las competencias, el objetivo del equipo es “ser el ejemplo para las nuevas generaciones”.