Mónica Amboya es mundialista. También ha participado en juegos de la Copa Sudamericana y la LigaPro.ARCHIVO / EXTRA

Mónica Amboya, bendita entre los hombres

Rodeada de 80 árbitros, la árbitra Mónica Amboya es la única y primera mujer que forma parte de la categoría A del fútbol ecuatoriano.

La carrera de Mónica Amboya como árbitra no ha sido nada fácil y más cuando ha estado rodeada entre tantos hombres. La riobambeña ha permanecido ocho años en la Categoría A del Fútbol Ecuatoriano, el cual está conformado por 80 hombres y ella, como la primera y única mujer de la división.

Amboya fue atleta desde muy joven y gracias a su entrenador de atletismo logró enamorarse del arbitraje, realizó un curso para formarse como árbitra de fútbol, se graduó e inició su trayectoria a partir de los 15 años.

Al inicio de su carrera, estar rodeada de una multitud de hombres siempre le generó falta de confianza en la toma de decisiones.

Además, sintió la falta de credibilidad y respeto por el gremio. Sin embargo, demostrar su potencial como árbitro mujer en la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y otras experiencias internacionales, la impulsó a confiar más en su trabajo y a ganarse el respeto de los hombres.

“Como mujer, el trabajo como árbitra ha sido complicado al principio de la carrera. Creo que ha sido trabajar todos los días para estar al mismo nivel de los varones, porque siempre hay ese tabú de que los partidos de las mujeres pesan menos que el de los hombres, no por capacidad, sino por la situación”, dijo Amboya.

Dentro de las cuatro categorías que hay en el país, aproximadamente existen 150 mujeres y 800 hombres que ejercen el arbitraje, por lo cual es una diferencia muy alta y exagerada.

Mónica participó en la Copa Libertadores FemeninaMónica Amboya

Al entrar en la primera división, la árbitra notó muchas diferencias por ser mujer, “a veces los jugadores vienen a reclamarme, siendo las mismas gestiones con tus compañeros. Pero ahora, gracias a Dios estoy normal dentro del campo de juego, los jugadores te aceptan, están contigo ahí y pienso que ha sido el trabajo que he estado haciendo a diario”, resaltó.

Incluso, cuando recién comenzó su carrera sufrió una agresión física por sus compañeros en una cancha local. Teniendo tan sólo 16 años, para ella fue una experiencia muy complicada, ya que apenas comenzaba su sueño como árbitra.

A pesar de haberse enfrentado a un camino de altibajos y enfrentar la mentalidad machista de que una mujer no podía estar en primera división, Amboya se mantendrá firme con el arbitraje, y seguirá demostrando que muchas podrán durar más de tres años en esta carrera.

El consejo que esta mujer le da a sus colegas es: “como árbitras debemos ser fuertes, no dejar de soñar, siempre darle sentido a la carrera, ser responsables de lo que sucede. Siempre hay que ser un poquito más que los hombres, pero siento que ambos estamos igual y con derecho de tomar decisiones”, concluyó.