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Buena Vida

En el local de electrodomésticos cierran a las tres de la tarde, por precauciónCortesía

Trabajan a ‘media llave’

Comerciantes y empresarios temen no poder cumplir con obligaciones financieras a causa del paro.

En el centro de Guayaquil, los comerciantes han visto la disminución en sus ventas por la falta de clientes, pero sobre todo, porque no pueden abrir la jornada completa. Trabajan a ‘media llave’ porque en las tardes ocurren disturbios, aseguran.

En la ferretería de don Darío León Rivas, 50 empleados dependen de que el negocio abra; sin embargo, durante estos de paralización, desde el 3 de octubre, han debido cerrar mucho más temprano.

“Normalmente abrimos de ocho de la mañana a siete de la noche, pero por el temor de los saqueos y desmanes, cerramos a las dos de la tarde. No nos dejan trabajar más ya que por la tarde empiezan los disturbios”, dice don Darío, quien lleva 45 años con este negocio.

Lo que más le preocupa, dice, es que en la quincena no pueda cumplir con sus empleados ni con los proveedores. “Tenemos deudas que pagar y sobretodo los sueldos. Son cincuenta empleados a los que se les debe cancelar un sueldo. Habrá que pedir un sobregiro al banco, pero eso cuesta plata, cobran intereses”, lamenta el hombre.

Al pie de este negocio, ubicado en Rumichaca y Luque, un grupo de gasfiteros y electricistas esperan que alguien contrate sus servicios. Han hecho de este espacio su “agencia” de labores. En jornadas normales, durante la semana podrían atender unas seis labores, cuenta Milton Rodríguez, gasfitero con 40 años de experiencia. “Durante esta semana solo 2 o 3 trabajos hemos conseguido”, aseguró.

Su colega, Oswaldo García, quien se ha dedicado por 50 años a la labor de electricista, lamenta que la paralización nacional se evidencie con la falta de circulante.

En otro sector del centro, en la avenida 9 de Octubre, entre Escobedo y Chimborazo, un local de electrodomésticos también abre a medias. Su horario habitual es de 10:00 a 20:00 pero durante la semana de protestas, los empleados han debido cerrar a las tres de la tarde, explica el administrador Anthony Carrera.

Aquí los vendedores y el resto de la plantilla, 12 en total, temen ver una disminución en sus sueldos, ya que han trabajado “prácticamente a media jornada”, además, las comisiones generadas por las ventas también han bajado. “En lo que va de la semana ya deberíamos haber facturado unos 30.000 dólares. Ahora hemos llegado a tres mil”, asegura Carrera.

El funcionario aclaró que en el otro local, ubicado en el parque industrial de la vía a Daule, los empelados pasan encerrados por temor a los saqueos. “Están ahí pero con las puertas cerradas”, agregó Carrera.

La presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, Caterina Costa, informó que el país vende alrededor de 456 millones de dólares al día, dinero que sirve para el pago de sueldos, de proveedores y para dinamizar la economía.

Lamentó que por la paralización se registren pérdidas. “Calculamos que las pérdidas pueden estar alrededor de los 230 millones de dólares por día”, dijo la funcionaria.