La Navidad es sinónimo de felicidad, por ello, una casa con niños debe ser más festiva. Deja que tu hijo adorne el árbol. No importa si las esferas están pegadas o distantes, el fin es de que se sienta útil. Además, es una oportunidad para que le hables del verdadero significado de la Navidad: dar sin recibir nada a cambio.

“El pequeño que colabora en la decoración de la casa se empodera. Esta acción les brinda seguridad y confianza porque los padres creen en él y en sus gustos”, dice Julieta Cortez, educadora con 34 años de experiencia.

En síntesis. Invita a tu hijo a participar de la Navidad, son recuerdos que se quedarán en su memoria, por lo tanto procura por brindarles la mejor de las experiencias.