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Buena Vida
Las mascotas también son fumadores pasivos
Al igual que en los humanos el humo del cigarrillo les afecta y daña su sistema respiratorio y cardiovascular. Si te gusta fumar aléjate de ellos
P ara muchos fumar es un placer. Aunque es de conocimiento público que hacerlo en exceso trae consigo varias enfermedades, las mascotas no escapan de sufrir una serie de problemas de salud al convertirse en fumadores pasivos.
Si vives con mascotas y te gusta fumar lo recomendable, dice el veterinario Luis Vera, es hacerlo lejos de ellos, así evitas que sean alcanzados por las sustancias químicas que tiene el cigarrillo.
Pero no solo eso, tanto los cachorros como los gatos son curiosos y si llegasen a morder las colillas u objetos que contengan nicotina (chicles o parches) pueden morirse o requerir tratamiento veterinario. Mantén todo fuera de su alcance.
Consecuencias
El humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas, algunas son causantes de cáncer, como el amoníaco, nicotina y monóxido de carbono. Las personas que viven con fumadores se convierten en fumadores pasivos, lo mismo que sucede con las mascotas.
“Aunque no absorben directamente el humo del tabaco van a correr los mismos riesgos y problemas de salud que un fumador, en este caso de sus dueños. El sistema respiratorio de un perro o gato es similar al nuestro, comparten casi la misma fisiología, por eso mismo no nos debe parecer extraño que al inhalar el humo se enfermen”, explicó el veterinario.
Problemas en perros
Vamos a diferenciar lo que provoca el humo del tabaco dependiendo de la especie. Si se habla de perros, los que van a sufrir más son aquellos canes que tienen el hocico alargado, a diferencia de los de cara chata. ¿La razón? es que por la forma de su hocico van a retener mucho más la nicotina y las sustancias químicas que se acumulan en la mucosa de las fosas nasales.
Al acumularse van a sufrir irritaciones, conjuntivitis, casi como el humano. Además de picor en los ojos, náuseas, pérdida del apetito, y si conviven en lugares cerrados junto a fumadores empedernidos las consecuencias son bronquitis, enfermedades cardiovasculares, asma. En resumen, van a ser propensos a problemas nasales, pulmonares, ya que las sustancias penetran y se acumulan con mayor facilidad en las mucosas nasales.
Los gatos con más riesgo
Los gatos que viven en un ambiente donde se fuma son cinco veces más propensos a desarrollar cáncer de la boca o linfoma (cáncer del sistema immunológico). Al fumar todas estas sustancias se van al aire y al comenzar a descender se impregnan en el pelaje del gato. Está comprobado, a través de un estudio que hizo una universidad de Estados Unidos, que el riesgo que sufre un gato al vivir con un fumador se eleva 5 veces más, al punto de padecer cáncer.
“Todos los químicos del cigarrillo caen en el pelaje del gato, que pasa casi el 80% de su tiempo acicalándose. Van a ir a sus mucosas bucales provocando cáncer de boca, el cual es maligno. Por eso mi recomendación es no fumar dentro de casa, porque a largo plazo van a sufrir”, sugiere Vera.
- Aves
El residuo del fumador también se queda no solo en su piel o en el pelaje del gato o del conejo, sino además en las plumas de las aves. Si tienes alguna en casa es mejor que te alejes porque la estás exponiendo a serios problemas de salud.