U tilizado generalmente para aromatizar el ambiente, el incienso tiene otro uso importante y es el terapeútico. Creado a partir de la mezcla de resinas aromáticas vegetales, a las que se le añaden aceites esenciales, es un buen expectorante que ayuda en afecciones respiratorias, alivia catarros, procesos gripales, alergias, laringitis y bronquitis. Además, purifica cuerpo y mantiene la mente alerta. Cuando se lo enciende desprende un humo terapéutico que armoniza el ambiente.

César Jouvín y Valeska Romero, quienes se dedican a la elaboración de este producto, destacan que, en su experiencia, es bastante utilizado en aromaterapia con fines curativos. “En este campo se utilizan los aromas de diversas sustancias naturales, como los aceites esenciales, para influir en el bienestar físico y emocional”, explica Romero. 

En este contexto, sostiene Jouvín, el incienso se lo utiliza como una forma de aromaterapia debido a sus aromas específicos. Algunos ejemplos de usos terapéuticos incluyen:

- Relajación y reducción del estrés. Algunos aromas como la lavanda, manzanilla y sándalo, tienen propiedades relajantes que pueden ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.

- Mejora el estado de ánimo. Otros, como los cítricos o el ámbar, se utilizan para elevar el estado de ánimo y promover sentimientos de alegría y bienestar.

- Concentración meditación: Muchas personas lo utilizan durante la meditación o la práctica de la atención plena para ayudar a crear un ambiente propicio para la concentración y la reflexión.

- Purificación del ambiente. En algunas culturas, el incienso se quema como parte de rituales de purificación para limpiar el espacio de energías negativas.

Tan solo con respirar su fragancia se siente paz, tranquilidad, armonía y bienestar. Favorece el crecimiento personal, la capacidad de triunfo y el esfuerzo por llegar a la cima en todos los planos, desde el material al espiritual.

Beneficios

1. Aromatización: El incienso se lo usa comúnmente para perfumar el aire en espacios interiores, creando un ambiente agradable y relajante.

2. Relajación y meditación: Muchas personas queman incienso durante la meditación o la práctica de yoga para ayudar a inducir un estado de relajación y concentración.

3. Ritual religioso: En diversas tradiciones religiosas y espirituales, el incienso se utiliza en ceremonias y rituales como una forma de purificación y conexión espiritual.

4. Aromaterapia: Los diferentes aromas de incienso se asocian a menudo con efectos terapéuticos. Por ejemplo, el incienso de lavanda se usa para promover la relajación, mientras que el de eucalipto puede ayudar a aliviar la congestión nasal.

5. Purificación del ambiente: Se cree que quemar incienso puede limpiar y purificar el aire de energías negativas o malos olores.

6. Mejora del estado de ánimo: Algunos aromas de incienso, como la vainilla o el sándalo, se utilizan para elevar el estado de ánimo y reducir el estrés.

Según la fragancia

Azahar: ayuda a levantar el ánimo.

Bergamota: es un gran antidepresivo y estimula en el proceso de autosuperación.

Canela: es afrodisíaco, ideal para los momentos íntimos con la pareja o bien para recuperar los afectos perdidos.

Cedro: es capaz de estimular la energía sexual. Cura afecciones nerviosas.

Coco: estimula el placer sexual.

Eucalipto: alivia todo tipo de alergias y estimula la fortaleza física y mental, especialmente la agudeza y el ingenio.

Ginseng: sirve para potenciar la capacidad y fuerza para trabajar.

Jazmín: combate la depresión y da optimismo.

Lavanda: ayuda a relajarnos.

Limón: alivia el estrés y calma los nervios. Trae alegría.

Manzana: genera bienestar y alivio a cualquier dolor físico.

Rosa amarilla: elimina las penas y los recuerdos tristes.

Ruda: libra del insomnio despierta poderes psíquicos y mentales.

Romero: ayuda a eliminar las malas energías.

Sándalo: relaja el cuerpo y tranquiliza la mente. Levanta el estado de ánimo.

Pachulí: irradia sensualidad, promueve la organización de las ideas mentales y tiene efecto rejuvenecedor tanto en el cuerpo como en el espíritu.