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En el corazón de la Semana Santa, las sombras de los cucuruchos y las sahumadoras se alargan, reflejando la seriedad y la espiritualidad del acto.CANVA

Personajes ocultos de las procesiones: los cucuruchos, sahumadoras y alma santas

Los personajes que nos demuestran la fe que recorre nuestras calles con fervor y recogimiento

Cada año, en las procesiones religiosas que recorren las calles de muchas ciudades, hay figuras que, aunque frecuentemente pasan desapercibidas para el público en general, cumplen un papel esencial en la tradición y la solemnidad de estos actos. Los cucuruchos, las sahumadoras y las alma santas son parte fundamental de estos rituales, representando no solo la fe, sino también la historia, el esfuerzo y la devoción de los participantes.

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Los cucuruchos: silencio y devoción en el camino

Es una tradición verlos en la procesiones.MONTAJE EXTRA

El cucurucho, con su capirote característico, es uno de los personajes más reconocidos de las procesiones, especialmente en países de tradición católica. Este atuendo, que cubre completamente la cabeza y parte del rostro, simboliza el anonimato y la humildad del penitente que camina en busca de redención. A menudo, los cucuruchos llevan pesadas cargas como cruces o imágenes religiosas, mientras avanzan en silencio, concentrados en su acto de devoción.

Para quienes participan, la procesión es un momento de reflexión y penitencia, en el que el sacrificio personal es una forma de acercarse a lo divino. La presencia de los cucuruchos resalta la relación entre el sacrificio físico y espiritual, un acto de fe que trasciende lo visible y se sumerge en lo profundo del alma.

Las sahumadoras: guardianas del aroma sagrado

Otro de los personajes esenciales en las procesiones son las sahumadoras, figuras que, con una mezcla de incienso y hierbas aromáticas, llenan el ambiente con un perfume que simboliza la purificación. Su función es casi mágica: no solo purifican el espacio, sino que crean una atmósfera cargada de espiritualidad. Este acto de sahumar tiene una profunda conexión con la tradición ancestral, donde el incienso se utilizaba en ritos religiosos para invocar la presencia divina.

Con sus túnicas largas y un porte solemne, las sahumadoras caminan en un ritmo pausado, realizando el acto de sahumar en cada paso. Este rito, cargado de simbología, se convierte en un puente entre lo terrenal y lo celestial, reforzando el sentido de veneración y respeto en las procesiones.

Alma santas: la presencia de la Fe anónima

Las alma santas son una figura casi mística dentro de las procesiones. Aunque no siempre son visibles, su presencia se siente en la devoción silenciosa de aquellos que participan en el recorrido. Generalmente, las alma santas son personas que, sin desear reconocimiento o protagonismo, caminan entre la multitud con un propósito de purificación espiritual. A menudo se las asocia con los actos más introspectivos de la fe, como las oraciones calladas, los rezos silenciosos y la meditación profunda.

Los cucuruchos, sahumadoras y alma santas, aunque no siempre reciben el reconocimiento que merecen, son la columna vertebral de las procesiones. Su presencia y su dedicación continúan siendo una manifestación de la fe, de la tradición y de la comunidad. Estos personajes, con sus diferentes roles, mantienen viva una de las celebraciones religiosas más profundas, creando un lazo tangible entre el pasado, el presente y el futuro de las tradiciones religiosas.

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