La correa, el collar y el arnés de los perros, son los accesorios que más se ensucian, por consiguiente, un foco de gérmenes, bacterias, hongos y todo tipo de microorganismos que pueden enfermar no solo al perro, sino además a su amo.

Aunque aparenten estar limpios, inclusive sin mal olor o manchas, es muy importante limpiarlos de forma adecuada. La correa es uno de los objetos que se ensucia más rápido, debido a que está en constante contacto con las manos, el animal y el ambiente.

“La higiene es fundamental no solo por el bienestar de tu mascota, sino además por la tuya, porque tocas la correa constantemente para sacarlos a pasear”, explica la etóloga Bianca Salame, quien además dio consejos de cómo lavar este accesorio.

Seguridad

Aunque lo recomendable es lavarla una vez al mes, actualmente cuando el coronavirus es una amenaza constante, lo ideal es limpiarla cada vez que llegues de pasear a tu mascota. Sacúdela, pásale un trapo, échale alcohol, déjala a la intemperie. Recuerda que la seguridad es fundamental, no solo la del hogar, sino también la del can.

Aseo adecuado

En la correa se pueden almacenar no solo pelos del perro, sino además saliva. Puede mancharse con lodo, tierra, polvo y otros elementos que estén en el ambiente. Al ser manipulada constantemente con las manos se transmiten microbios al objeto. Por esa misma razón, aunque aparente estar limpia, es muy importante mantener el aseo adecuado.

Depende del material

La limpieza de la correa dependerá del material del que está confeccionada. En algunos casos es posible meterla en la lavadora, pero siempre debe hacerse dentro de una bolsa delgada y en el ciclo para ropa delicada para que no se debilite o destruya. La gran mayoría de las correas, collares y arnés de perros son de nylon y cuerda.

Tips

-Para una limpieza profunda usa detergente, ya sea jabón líquido de platos, o de biberones, neutro, bicarbonato de sodio o champú de perros, en caso de que tenga la piel sensible.

-En una lavacara llena de agua pon todos los implementos, mueve con tus manos hasta hacer espuma y frota con el cepillo para arrancar la grasa y suciedad.

-Repite el proceso de limpieza las veces que sean necesarias. Debes enjuagar bien hasta que no queden restos de jabón. Luego ponlos al sol para que se sequen bien y puedas usarlos sin problemas.