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Buena Vida
Hijos: etapas y edades diferentes
Hay parejas que deciden tenerlos separados para disfrutar de la llegada de cada hijo. Una guía familiar y pedagoga habla desde su experiencia.
Mariuxi Montenegro de Ortiz (48) es pedagoga, educadora y guía a familias desde hace 30 años. Sin embargo, en su faceta maternal se enfrenta a un reto todos los días: organizar una actividad que involucre a todos. Y, más aún, cuando se tiene hijos de diferentes edades y etapas. Como especialista es consciente de que cada uno de sus hijos está en un momento distinto de su desarrollo emotivo, psíquico y motriz. Su meta es que Carlos (13 años), Mía (10) y Gía (3) estén contentos y satisfechos con sus vidas.
Puede parecer difícil organizar una actividad que involucre a Carlos y a Gía, pero Mariuxi dice que sí es posible con la ayuda del papá, además con la planificación y la flexibilidad. ¿Cómo se logra? “Hablándoles con amor. Todos los días les recuerdo que son importantes para mí, les explico que papá y mamá no son eternos y que ellos deben estar para apoyarse y cuidarse. Los fines de semana salimos siempre los cinco”, cuenta Mariuxi a DOMINGUERO.
Carlos está en la preadolescencia y empiezan las fiestas nocturnas, ¿cuál es la dinámica con Gía?
Estos escenarios no son frecuentes y con mi esposo (Carlos Ortiz) aprovechamos para tener una salida de pareja. Vamos a dejar a nuestro hijo a su compromiso y nosotros nos vamos a comer algo por el mismo sector. Nuestra salida de padres no va más allá de la medianoche, que en este caso es la hora del permiso de Carlos. Mía y Gía se quedan en casa. Estamos hablando de un evento en específico, porque los fines de semana son de los cinco.
Ninguno de sus hijos tienen teléfono, ¿cómo se enfrenta a este mundo tecnológico, en el que sin duda alguna los amiguitos de ellos sí lo tienen y empiezan las comparaciones?
Es una pregunta que mis hijos me la hacen con frecuencia. Llegan con el típico “todos tienen celular, menos yo”. Les explico que cada familia es diferente. Hay niños con padres divorciados o los que usan un expreso escolar, por lo tanto deben estar comunicados. En nuestro caso, sus padres están juntos y yo misma los voy a ver y a dejar al colegio. Ellos tienen iPad y se comunican con sus amiguitos por medio de aplicaciones; estoy pendiente de esto.
¿Y, cómo maneja la privacidad que ellos necesitan?
Trabajo diariamente en la confianza. Como mamá trato de no leer nada delante de ellos, esa es la idea de que no sepan que les revisé sus tablets. A ellos les digo, ‘mamá se entera de todo’ y empiezo a preguntarles hasta por sus amigos y desde ahí la conversación ya fluye.
En estos tiempos, ¿los adolescentes son comunicativos?
En estos tiempos es algo extraño que el hombre adolescente llegue a casa y diga: ‘papá o mamá me pasó esto’; generalmente es más tímido. En cambio las niñas sí tienen más confianza para hablar.
¿Cómo los castiga?
Los tiempos han cambiado, ya no se castiga con violencia (golpes). En mi familia apostamos por la crianza positiva. A Carlos y a Mía, que son los mayores, les quito la tecnología, no hay reuniones por Zoom ni fiestas. A Gía no se la lleva al parque, no se le compra helado ni chocolate.
¿Cómo son las personalidades de los hijos, según el orden de llegada?
El mayor es chistoso, pero con sus amigos. En casa podría ser serio porque adopta el rol de hermano mayor. La del medio, ella misma se denominó ‘la hija sánduche’, su carácter es fuerte y reservada. La menor se siente atendida por todos. No se complica y es sociable.
¿Qué tan cierto es que al hijo menor se le permite todo porque los cogió cansados a los padres?
Es probable de que se les permita más porque sin querer nos enfocamos más en los mayores por sus edades, responsabilidades y/o actividades.
¿Alguna vez se ha cuestionado por su rol de mamá?
Muchas veces. Tengo 30 años de experiencia en trabajar con familias y niños, pero es muy diferente cuando se vive la realidad de la maternidad. Me gusta conocer las experiencias de otras madres, hay detalles que si veo que me ayudan los copio.
Su frase de poder, la que le da energía
Mis hijos me necesitan. Es mi obligación cuidarme y estar sana para tener energía.