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Gastronomía
Tapao arrecho, el plato esmeraldeño que te pone 'poñoñón'
Video. Yo te lo pruebo visitó el local Kllyta, un pedacito de Esmeraldas al sur de Guayaquil, donde nos enseñaron la receta ancestral que te ayudará a rendir en el cuerpeo. ¡Mira cómo nos fue!
Desde su nombre, el caldo tapao arrecho alerta que su receta te dará energía para que la desfogues en lo que más te plazca: trabajo, deporte, estudios e inclusive en el sexo. El caldo con raíces africanas es preparado en la provincia de Esmeraldas desde el siglo XV y, hoy, es apetecido en las diferentes regiones por considerarlo afrodisíaco. ¡Te contamos su historia!
La receta del caldo se creó por la necesidad de aliviar a la 'leona' de los primeros africanos que llegaron al territorio, por ello, el plato posee diversas proteínas y hierbas aromáticas. “Se llama tapao porque los tiestos no tenían tapas y se lo tapaba con la hoja de plátano”, explica Jenny Armendaris de Swanberg, directora de Escuela Culinaria Capchef. Actualmente, esta técnica es parte de la tradición de la cocina esmeraldeña.
La hoja además de servir como utensilio, también le agregaba un sabor ahumado a la carne del pescado. La receta original llevaba varias hierbas silvestres y plátano verde, tras la conquista “se fue enriqueciendo con salchicha, cerdo, huevo, gallina y res”, proteínas traídas por los españoles al igual que el refrito, el sazonador del caldo.
ESMERALDAS EN UN PLATO
Durante 40 a 45 minutos, la preparación de colores brillantes se cuece a fuego lento para luego ser acompañada con “arroz blanco, así se come el tapao”, asegura Julia Quiñónez, dueña del local Kllyta, ubicado en cooperativa Viernes Santos (sur de Guayaquil). La cocinera sanlorenceña, quien lleva la receta en la sangre como parte de la herencia que le dejó su familia, asegura que sí es cierta la leyenda, el plato da vigor para que te hagan ver estrellas en la cama.
“En este plato están las delicias de nuestra tierra Esmeraldas”, dice orgullosa. La cocinera aficionada revela que, de forma religiosa, cada viernes llegan comensales de diversas partes de la urbe porteña buscando los manjares de la provincia verde, siendo la estrella el tapao porque.
Sin tapujos, Quiñónez expresa que ni el orégano ni la chillangua le dan el toque a su plato, sino la leche de coco, “le da un poco de dulzor”, asegura. De olores fuertes, pero suave en sabor, el tapao arrecho de Kllyta endulza el paladar mientras la piel empieza a transpirar por la inyección de calorías. ¡Buen provecho!