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Niños 'encaletados' en vacaciones… ¡sácale los juguetes!
Si tus hijos pasan encerrados por causa del coronavirus, no te estreses y haz que se distraigan con sus juguetes y que desarrollen sus destrezas
A veces los padres creen que el juguete más bacán es el que está de moda, pero… ¡no! El artefacto ideal para tu retoño es uno que le sea útil. Por eso ponte pilas y considera tres aspectos claves a la hora de comprar o sacar los juguetes que el niño o niña tiene guardado.
- Que no tenga partes peligrosas, porque si es muy pequeño se las puede ‘jamear’.
- Que la edad indicada en el cartón sea respetada. Cada mes y año es diferente al otro y el menor tiene capacidades
- Que el artículo mejore su motricidad fina (movimientos pequeños y precisos, por ejemplo coordinación ojo y mano: recortar con la tijera) y gruesa (movimientos con grupos musculares grandes: correr, andar en ‘bici’), cognición (que lo llene de conocimiento), socialización (que lo ayude a relacionarse con otros), lenguaje (que mejore el habla) e inteligencia emocional (que pueda manejar bien las emociones).
No los ‘abombe’ de juguetes
Luego los desbarata porque no sabe a cuál prestarle su atención, eso lo sobreestimula, le provoca estrés y frustración, manifiesta Cristina Suárez, licenciada en Ciencias de la Educación.
Opciones por edades
Si son ‘recontra’ ‘pelados’, de cero a tres meses: Que opten por juguetes que estimulen sus sentidos. Pon el artículo de 10 a 15 centímetros y muévelo despacio, de un lado a otro, así él lo seguirá con su mirada.
Si son de 3 a 6 meses: Dale un juego de llaves de plástico o uno colorido que tenga objetos colgantes para animarlo a agarrarlo con cada mano.
Si son de 6 a 9 meses: Juguetes de 10 a 12 centímetros de alto que le permitan sentarse: torre de aros para insertar, También que posean luces y sonidos, que los lleve al arrastre y al gateo.
Si son de 9 a 12 meses: Prefiera los de causa y efecto: El pequeño realiza una acción y el objeto otra. Por ejemplo, mete pelotas por un lado y estas salen por otro.
Si son de 12 a 36 meses: Al año empieza su independencia. Unos caminan y otros lo intentan y están en ello. Realicen actividades con escaleras, subir y bajarlas; asimismo usen los que estimulan su imaginación y motricidades (muñecas, carros, rompecabezas, etcétera). No olvides que a los dos años desarrolla su lenguaje: más exposición del infante a palabras nuevas, repeticiones, aprendizaje seguro.
Si son de 3 a 9 años: A partir de los tres son más sociables y ‘cachan’ mejor los juegos. Opten por los juegos de mesa, pero incrementa la dificultad a medida que crecen. Estos les ayudan a desarrollar la paciencia, pues hay turnos, benefician su inteligencia, lógica y razonamiento. Los juegos que se inventan ellos mismos roban su atención. Allí pueden disfrazarse y todo: de ladrones y policías, de chef, etcétera. Que usen lo que tienen en casa, no es necesario que compren nada.
Si son de 9 en adelante: Ellos por lo general son más tecnológicos, pero debes de controlar su contenido y tiempo (una hora diaria es lo recomendado). Que juegue tetris, pacman y demás juegos de lógica y observación.