Los juegos mentales, el yoga y una alimentación rica en ácidos grasos fue la recomendación que el especialista le hizo a Carla Soria. Hace más de un año la mujer se contagió de coronavirus y, pese a que su cuadro no fue crónico, una secuela se mantiene latente.

Se trata de la niebla mental poscovid, responsable de sus constantes olvidos, falta de concentración, dificultad para encontrar las palabras y fatiga. “Al principio pensé que era falta de vitaminas y me compré unas, pero no me hacían efecto, así que fui al médico”, cuenta.

En la consulta, la mujer, de 35 años, supo que el 10 % de las personas que se contagiaron sufren síntomas similares a los suyos y que se deben tratar a tiempo.

El médico internista David Serrano explica que, al momento, se han realizado varios estudios para conocer las causas de esta condición. Sin embargo, el coronavirus es reciente, por lo que no existen verdades absolutas.

“La niebla mental es más común en pacientes que han estado graves, hospitalizados, inconscientes o en cuidados intensivos, pero a cualquiera le puede pasar”.

Encontrarle una causa es complicado, aunque para Serrano puede estar ligada a los efectos que la COVID-19 provoca en el sistema nervioso.

Hacer crucigramas y resolver sudokus son dos alternativas que sugiere el especialista para combatir los síntomas. Esto se debe a que la memoria necesita ejercitarse, y los juegos con palabras y números son la mejor forma de mantenerla activa.

Adicionalmente, las terapias de relajación como el yoga y otros tipos de meditación también potencian la concentración y promueven el bienestar.

La dieta

La nutricionista María José Reyes explica que los ácidos grasos son ideales para la mente. Esto se debe a que incentivan el funcionamiento del cerebro. Por ejemplo, “las semillas de girasol tienen además fósforo y magnesio, que también ayudan a las funciones cognitivas”.

Basta con un puñado de pipas, dos veces por semana, para notar los cambios. “Las personas dejan de olvidar las cosas y están más concentradas”.

El salmón y hasta la sardina también ayudan, ya que aumentan la velocidad de las conexiones neurológicas, gracias al omega 6 que tienen.

La cantidad adecuada es una porción de 250 gramos, que se puede acompañar con vegetales de hoja verde, que también son beneficiosos para este fin.